Santander, CaixaBank, Bankia y BBVA han presentado sus resultados a cierre del tercer trimestre y todos han visto reducir en dos cifras sus beneficios. Por su parte, Banco Sabadell y Bankinter han visto como su beneficio engordaba hasta situarte en positivo. Sin embargo, hasta el 20,9% se ha reducido el beneficio neto conjunto registrado por las principales seis entidades financieras españolas en los nueve primeros meses del año, hasta los 10.467 millones de euros.
Además, el valor bursátil ha caído en casi 33.000 millones. En este sentido, los seis bancos españoles han visto sus márgenes presionados por el entorno de tipos de interés negativos del Banco Central Europeo (BCE).
Banco Sabadell y Bankinter en verde
A cierre del tercer trimestre, Banco Sabadell ha registrado un beneficio neto atribuido de 783 millones de euros, lo que supone un incremento del 216% en comparación con el mismo periodo del año precedente, cuando obtuvo un beneficio de 248 millones.
En el caso de Bankinter, las ganancias se han incrementado en un 10,1% en comparación al mismo periodo del año anterior, hasta los 444,4 millones de euros, un resultado que incluye el negocio de Evo Banco y de su filial de crédito al consumo en Irlanda Avantcard. Si no se tiene en cuenta la aportación de las dos entidades integradas en el grupo, el incremento es del 2,1%, obteniendo un beneficio que asciende a 412,3 millones.
Santander, CaixaBank, Bankia y BBVA han contabilizado en los nueve primeros meses del año un beneficio menor que en el mismo periodo de 2018, año en el que todos mejoraron beneficio. Así pues, la entidad presidida por Ana Botín ha ganado 3.732 millones, lo que ha supuesto que su beneficio se haya visto reducido en un 35% tras dotar 2.448 millones, principalmente por el ajuste del fondo de comercio de Reino Unido, para el que ha destinado 1.491 millones, así como por una provisión adicional por los seguros de protección de pagos (PPI) en el mismo país que ha ascendido a 103 millones y otros cargos por valor de 40 millones.
CaixaBank ha disminuido un 28,4% su beneficio atribuido, hasta los 1.266 millones, debido al impacto del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) pactado con los sindicatos en el segundo trimestre. Esta situación ha afectado a 2.023 empleados y ha supuesto un gasto de 978 millones.
La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri ha obtenido un beneficio neto atribuido que ha caído un 22,6%, hasta los 575 millones. Este descenso se debe al menor resultado en la venta de las carteras de renta fija (ROF) y al repunte de las provisiones asociadas a la aceleración del ritmo en la reducción de dudosos.
Por último, BBVA ha ganado 3.667 millones, lo que ha supuesto una caída del 15,2% en comparación al mismo periodo del año anterior, que incluía el resultado de operaciones corporativas generado por las plusvalías de la venta de BBVA Chile. No obstante, si se excluye la ganancia generada por la dicha venta, el resultado atribuido se incrementó en 1,2% y un 0,5% en términos constantes.