En muchas ocasiones, seguramente más de las que deseamos, aunque hayas conseguido el trabajo de tus sueños y te dediques profesionalmente a aquello para lo que te has preparado, se te hace cuesta arriba acudir a tu lugar de trabajo, no te sientes todo lo que cómodo que necesitas para desarrollarte a gusto profesionalmente y te provoca ansiedad el simple hecho de pensar en tu trabajo. ¿Qué es lo que falla?
Bien, pues sabiendo que el trabajo de desempeñas no es, existen otras factores que pueden ser determinantes en tu comodidad dentro de la empresa, como por ejemplo los horarios, los compañeros o la relación con el jefe.

Ahí queríamos llegar: ¿Te sientes intimidado cuando sabes que tu jefe está cerca?, ¿Te provoca ansiedad saber que tienes una conversación pendiente?, ¿Te sientes humillado o minado cada vez que hablas con él? Si la respuesta a alguna de estas preguntas es afirmativa, deberías plantearte si tienes un jefe tóxico. Si por el contrario tú eres el jefe, deberías analizar los siguientes comportamientos para saber si tus empleados te consideran tóxico:

BUSCA INTIMIDAR

Un jefe tóxico busca intimidar, incomodar y humilla a sus subordinados mediante el trato despectivo. ¿Te ha pasado alguna vez que la simple presencia de tu jefe te incomoda o te pone en alerta porque sientes que en cualquier momento te va a caer una reprimenda? Pues a eso nos referimos. Si no tienes nada que tener no deberías tener esa sensación. Si aun así la sientas, es posible que sufras a un jefe tóxico.

LIMITA LA CREATIVIDAD DE LOS TRABAJADORES

No deja participar de las decisiones a los trabajadores y se cierra en banda ante cualquier propuesta de cambio o de mejora, minando así la creatividad y poniendo un techo a las metas y desarrollo de los empleados.

BUSCA EL ÉXITO POR ENCIMA DE TODO Y TODOS

Para un jefe tóxico no existen persona, solo trabajadores y metas que alcanzar para conseguir lo que él mismo espera de su negocio. Intentar que la empresa supera sus propias marcas es un indicativo de competitividad, y no es algo negativo hasta que el ansia de éxito pasa por encima de las personas.

ES INJUSTO Y CONTORLADOR CON LOS TRABAJADORES

Cuando un jefe no reconoce los esfuerzos de sus trabajadores y los tiene en cuenta, cuando no comparte los éxitos de la empresa con los empleados o cuando pretende pagar a un empleado menos de lo que su trabajo merece, hablamos de un jefe injusto y por lo tanto, un jefe tóxico. Cuando un jefe pretende controlar aspectos de la vida de sus trabajadores como a qué dedican su tiempo libre o con quién se relacionan en los descansos laborales, sin duda, también es un jefe tóxico.

ASUME LOS LOGROS DE TODOS LOS TRABAJADORES

Cuando un jefe no reconoce los logros alcanzados por sus trabajadores y por lo tanto, ni les recompensa ni les felicita por ello, sino que lo asume como un logro suyo propio personal, estamos ante un jefe tóxico. Aunque la meta alcanzaba suponga un avance para toda la empresa en conjunto, reconocer la labor individual de cada trabajador ayuda a mejorar el autoestima de este y a motivarle.

EXPECTATIVAS IRREALES A COSTA DE LOS EMPLEADOS

Si tu jefe pretende alcanzar objetivos utópicos a costa de explotar a sus trabajadores, plantéate busca una solución. Un jefe debe ser consciente de las posibilidades tanto de su personal como de la capacidad de su propia empresa. Querer abarcar más de la cuenta solo conseguirá agotar a los trabajadores.

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