Esta es ya la décima edición de The Wealth Report, que un año más analiza tanto las inversiones como las actitudes de los grandes patrimonios, además de las principales tendencias sobre la riqueza a nivel global. El informe, que se presentó la pasada semana en Madrid, ha desvelado que la riqueza en el mundo decreció un 3% en 2015, mientras que en España lo hizo un preocupante 10%. ¿Los culpables? Todos los índices señalan a la incertidumbre económica global, agravada por el descenso sin frenos del precio del crudo y la crisis en los mercados de liquidez como responsables de esta caída generalizada. Sin embargo, de cara al futuro las predicciones dan un respiro, ya que durante la próxima década la tendencia será el crecimiento, aunque a menor ritmo, hasta alcanzar un 41% a nivel mundial y un 14% en nuestro país.
En estos pronósticos juegan un papel vital los UHNIWIs. Por sus siglas en inglés se trata de aquellos individuos que ostentan un patrimonio superior a los 30 millones de dólares exceptuando su residencia habitual. Son los ultraricos, las grandes fortunas, para las cuales 2015 no fue el mejor año. “A pesar de que los datos a largo plazo tienden hacia el crecimiento, las cifras del pasado año reflejan la primera caída en el número de UHNWIs a nivel mundial desde el estallido de la crisis. De hecho, sólo 34 de los 91 países de los que se recogen datos registraron un aumento en el número de estas personas”, asegura Tom Bill, Director de Research Residencial en Londres de Knight Frank.
Portfolios diversificados con preferencia por el inmueble
Aunque las carteras de estas grandes fortunas están muy diversificadas, hay algo sobre lo que no cabe duda: a la hora de invertir se decantan por el inmobiliario, tanto residencial como comercial. De hecho, de acuerdo con los datos de la encuesta Attitudes Survey el 35% de su capital se encuentra invertido en bienes inmobiliarios.
Por sectores, el residencial constituye su primera opción, y así se mantendrá durante la próxima década. Dentro del área comercial, oficinas, hoteles y centros comerciales son los segmentos favoritos de los más ricos en lo concerniente a la inversión. Por ciudades, Londres se corona un año más como ciudad preferida por los UHNWIs, seguida por Nueva York. Por su parte, la capital francesa se alza como la ciudad con más acceso a las grandes fortunas gracias a su excelente conectividad.
El PIRI (Prime International Residential Index)
El Índice Internacional Residencial Prime, reconocido como la referencia más completa del sector, es un índice elaborado por la consultora Knight Frank que analiza los datos de rendimiento de los cien principales mercados de segunda residencia y lujo del mundo.
En 2016 el PIRI incluye cinco referencias en nuestro país: Madrid, Barcelona, Ibiza, Marbella y Mallorca. Madrid e Ibiza han escalado varios puestos hasta lograr situarse en la posición 20ª del índice, y Barcelona, Marbella y Mallorca también mejoran su clasificación situándose en el 29º, 35º y 47º, respectivamente. Todas ellas registran un aumento en los precios, que en el caso de Madrid e Ibiza alcanza un 5%.
Vancouver encabeza el PIRI con un aumento del 24,5% respecto al año anterior, seguido de Sídney (15%), Shanghái (14%) y Estambul (13%). Mónaco es un año más la ciudad más cara del mundo, con un precio de metro cuadrado estratosférico. Por su parte Vietnam se considera el país más atractivo, Meribel el destino invernal favorito para las grandes fortunas y la Costa Dorada australiana el mejor lugar para establecer una segunda residencia.
Incertidumbre económica, inversión en inmuebles
Si algo está claro es que el sector inmobiliario es el mejor amigo de la incertidumbre económica. El año 2016 ha comenzado con grandes caídas en las bolsas internacionales, con descensos récord en el precio del petróleo y un IBEX en tendencia bajista desde hace meses, y el bien inmueble es un buen puerto donde refugiarse y esperar a que el temporal amaine. Así lo asegura Humphrey White, Socio Director del Área Comercial de Knight Frank, que subraya el atractivo del sector en tiempos de incertidumbre. “En un contexto económico revuelto, con volatilidad en las bolsas mundiales y bonos que ofrecen rentabilidades históricamente bajas, el inmobiliario, tanto residencial como comercial, se convierte en un valor refugio para los grandes patrimonios”.