Últimamente se está culpando a los millennials de todo, por ejemplo de destruir industrias, esto es algo exagerado y totalmente fuera de lugar. La verdad es que no es culpa de los millennials que ciertas empresas o industrias no sean capaces de innovar y de seguir el ritmo de los demás. No es que los millennials hayan decidido deliberadamente ignorar ciertas industrias como generación. El caso es que se les está tachando de “asesinos” de las siguientes industrias:

Cadenas de restaurantes:

Los millennials tienen una perspectiva diferente, ya no quieren ir a los mismos sitios que todo el mundo, y a mí me parece lo más lógico del mundo. Vuelven a la necesidad de un trato especial, de una comida servida con amabilidad y preparación, a los millennials les gusta el buen trato y el buen servicio, algo que puede parecer muy loco. Esto por supuesto excluye a las grandes cadenas, aquellas que compiten en otra liga y que parece que a pesar ser conscientes de que lo que estás comiendo no es precisamente comida como tal, son indestructibles.

Diamantes:

Los millennials no compran diamantes, y no compran diamantes porque no pueden hacerlo, pero es que tampoco les interesa. Tienen un punto de vista mucho más responsable y racional de lo que las personas pueden pensar, pero el problema es que siempre se piensa lo peor sobre ellos. Por no decir que están totalmente en contra de los métodos de obtención de los diamantes. Podéis también culpar al hecho de que se quieran casar cada vez más tarde.

Inmobiliarias:

No en todos los aspectos en general, específicamente en la venta de casas. Los millennials prefieren alquilar, ya no funciona esa preconcepción de que se necesita poseer una casa. No es que no quieran hacerlo, pero no es su prioridad.

Cine y teatro:

Claro, cómo no van a estar “asesinando” esta industria si las entradas valen casi tanto como la matrícula de la universidad. Exageraciones a un lado, es injusto juzgarles por ver las películas en casa cuando el precio del IVA en España está como está.

Por tanto, en lugar de centrarnos tanto en lo malos que son los millennials, deberíamos hacer un ejercicio de introspección, que nunca viene mal. Con ello llegaríamos a la más necesaria de las conclusiones, ¿qué están haciendo mal las industrias?