La crisis de liderazgo en los partidos, el desafío del independentismo escocés, la incógnita de Irlanda del Norte, la seguridad nacional amenazada por el terrorismo y la necesidad de articular relaciones internacionales fuera de la UE serás los urgentes cometidos del Gobierno que salga del Parlamento elegido por los británicos. En el plano empresarial, resuenan las voces que vaticinan el fin de la City como escenario floreciente del Fin tech y un hub financiero global. El Reino Unido ha sido hogar de empresas de tecnología financiera que abarcan desde la banca en línea, seguros, e-commerce, la tecnología blockchain y hasta los mercados de capitales y divisas.
La principal preocupación de los negocios de finanzas fue la pérdida de pasaportes financieros – el instrumento que permite a las empresas emergentes operar con gran facilidad en las 28 naciones de la Unión Europea – y por ello más de uno ha expresado sus intenciones de mover matrices e inversiones hacia otra parte. Se ha informado que las autoridades esperan que el pasaporte sea uno de los últimos elementos que se lleven a la mesa de negociaciones; será el As bajo la manga de la UE, conocedores de su importancia para el desarrollo y porvenir de la escena de FinTech en el Reino Unido.
Con respecto a los cambios de divisas y las transferencias de dinero – los pasaportes bancarios son también fundamentales. Los corredores de transferencias dependen de cuentas bancarias en varios países; y es probable que para los británicos esto apareje regulaciones más estrictas e incluso la pérdida de licencias y cuentas bancarias por parte de algunas empresas, amenazando su capacidad de operar.
Otras empresas de FinTech son renuentes a levantar la bandera blanca todavía; e necesitarán dos años para sentir el verdadero impacto del referéndum. Y aunque las opciones están siendo exploradas, la mayoría de las personas dentro del sector no están buscando saltar del barco todavía. El Reino Unido, y Londres específicamente, tiene siglos de historia financiera, incluyendo una infraestructura legal y comercial que no va a derrumbarse de la noche a la mañana.
Reclutamiento y retención de talento para capear el temporal
Londres es considerada la capital mundial del FinTech, generando grandes volúmenes de software, herramientas y aplicaciones para banqueros y comerciantes de todo el mundo. Actualmente, el sector tiene un valor de 7 mil millones de libras esterlinas en la economía del Reino Unido y emplea a 60.000 personas, aunque la pérdida de talento está causando una agitación en todo el sector. Hay un gran temor, y fundado, de que el abandono de la UE vaya a afectar a la capacidad de contratación de las empresas financieras. De hecho, antes del Brexit ya había escasez de talento tecnológico en el sector y el nuevo escenario cierrtamente podría aumentar este déficit.
Con respecto a la remesa y el mercado de transferencia de dinero, el impacto de Brexit podría ser mucho más profundo. El Banco Mundial informó que en 2015, la remesa del Reino Unido de trabajadores migrantes totalizaba los £ 18.000 millones, colocando UK como el cuarto reclutador de talento internacional en el mundo. Si menos inmigrantes viven y trabajan en el Reino Unido, en última instancia esto conducirá a menos dinero destinado al extranjero y moviéndose dentro de las fronteras del país; tipos de cambio volátiles y la libra esterlina enfrentada al dólar y también al euro, por lo que los destinatarios de las remesas recibirán menos dinero.
No se trata sólo de los ingresos de las empresas de remesas – de los 25 principales países que reciben remesas, las cifras del sector en Reino Unido representan el 10% del PIB. UK ofrece salarios altos, pero si los inmigrantes deciden mudarse a otro lugar como resultado de Brexit, y los salarios se reducen – esto podría tener efectos devastadores en la economía global.
Otro aspecto inminente de Brexit sobre la escena FinTech en el Reino Unido es la anticipación de cambios en las regulaciones de datos. Los datos son indudablemente el elemento vital de todas las organizaciones dentro del sector tecnológico. Las leyes de la UE rigen la forma en que se utilizan los datos en el Reino Unido, con la entrada en vigor de la legislación GDPR en marzo de 2018. Por supuesto, la regulación de datos debe permanecer igual después de que el Reino Unido salga de la Unión Europea; una decisión de adecuación podría garantizar que los datos personales pudieran ser transferidos sin interrupciones entre el Reino Unido y los Estados miembros de la UE.
Siguiendo el ejemplo de Suiza, que implementó políticas de protección de datos que imitan a las de la UE, los británicos podrían armonizar su legislación permitiendo que los datos fluyan fácilmente. Sin embargo, no podemos descartar que Gran Bretaña redacte nuevas leyes en torno a los datos, su uso y aplicaciones, lo que significaría que las nuevas empresas tecnológicas estarán obligadas a cumplir múltiples leyes de datos, una carga costosa y agotadora.
El mismo aumento de la preocupación financiera podría aplicarse a la protección de la propiedad intelectual. Actualmente, un registro de la UE posee marcas, diseños y patentes protegidos de todos los estados miembros de la UE. Sin embargo, al salir del entorno europeo, las empresas deberán registrarse dos veces. Esto tiene el potencial de ser devastador para las empresas emergentes y jóvenes con capital limitado – también hay un signo de interrogación sobre si los inversores europeos se abstendrán de invertir en empresas de capital de riesgo del Reino Unido.
El Reino Unido tiene actualmente una ventaja significativa cuando se trata de FinTech, y aunque es poco probable que veamos un final definitivo a la incertidumbre en el corto plazo, sabemos que el Gobierno está dispuesto a seguir fortaleciendo el sector, aprovechando todas las oportunidades para mantener su ventaja competitiva.