A pesar de la volatilidad vivida debido a los últimos acontecimientos geopolíticos globales, el mercado ha reaccionado muy positivamente ante la elección del presidente Donald Trump. El poder del nuevo presidente estadounidense ha puesto encima de la mesa el tránsito desde las agotadas políticas monetarias hacia las políticas fiscales. El impacto que más nos llamó la atención tras su victoria fue el efecto sobre los tipos de interés.
Una política enfocada al crecimiento y alejada de medidas de política monetaria nos han llevado a un mundo de mayor inflación y, en consecuencia, de mayores tipos de interés. La reacción de los plazos largos de las curvas no deja lugar a dudas y viene a reforzar algo que ya se había iniciado en julio del año pasado: si a un escenario de mejora de los indicadores de actividad y de recuperación de la inflación le añades políticas fiscales expansivas estamos abocados a ver tipos más altos que los actuales. Estas medidas fiscales consisten entre otras en la bajada de impuestos y/o un importante gasto en infraestructuras. Por otra parte, [la presidencia] amenaza con una guerra comercial que incrementará el proteccionismo y un nuevo equilibrio internacional de fuerzas.
En este sentido, el mercado ha valorado estas medidas anunciadas con subidas. Su mandato por tanto, supone “estirar” el ciclo de crecimiento económico en Estados Unidos y ha provocado una demanda renovada de activos de riesgo. Así, hemos visto en esta fase un claro trasvase desde activos de sectores defensivos hacia sectores más cíclicos.
Desde nuestro punto de vista, los próximos meses presenciaremos la consolidación de estas medidas dentro de la política del presidente y veremos cómo se concretan esos anuncios. Para llevarlos a cabo necesita lograr el apoyo republicano que, en nuestra opinión, será más fácil en el contexto de la anunciada reforma fiscal que en el de la inversión en infraestructuras.
Por otra parte, en renta variable lo más destacable es la rotación sectorial que hemos visto. Las compañías más defensivas, con un mayor componente de correlación con los bonos y de mayor rentabilidad por dividendo habían sido los principales destinatarios de los flujos de renta variable en los últimos años, siendo esto algo que tenía muchísimo sentido en un mundo de tipos cero y negativos, dominado por los bancos centrales.
En cuanto a las carteras de renta variable, no teníamos tanta exposición a los sectores ligados a los tipos de interés, que se encuentran en valoraciones muy exigentes, ni en empresas con altos niveles de endeudamiento, y sí en compañías que están cotizando en niveles muy baratos, en las que la mejora en sus cuentas de resultados ya era un hecho pero que el mercado aún no había reconocido.
Entre otras compañías, en nuestras carteras tenemos posiciones en los sectores asegurador (Catalana Occidente, AXA) y bancario (Bankinter, Bankia, Caixabank, Liberbank). En los días previos a las elecciones americanas habíamos reducido la exposición en la cartera de BBVA por su alta dependencia del mercado mejicano.
Mantenemos posiciones muy altas en valores como Europac que sigue presentando unos excelentes resultados trimestre a trimestre. También incrementamos posiciones en Tubos Reunidos (compañía con presencia en los EE UU a través de fábricas, y con una alta dependencia en su negocio de Shale gas, sector que prevemos se puede ver beneficiado por las políticas de Trump) y Acerinox (50% de su negocio proviene de los EE UU, 40% de la cuota de mercado en el acero inoxidable en EE UU y con la fábrica de NAS. Se puede ver beneficiada por las previsibles políticas proteccionistas de Trump).
En divisas hemos observado cómo el dólar empezó a revalorizarse con fuerza contra el euro. Quizás este efecto es el más controvertido. En teoría, las políticas de Trump, con más proteccionismo, más deuda y gasto público –y la incertidumbre–, deberían debilitar el dólar. Por otro lado, tipos más altos en Estados Unidos empujan a un dólar más alto. Quizás la ampliación de diferencial de tipos entre Estados Unidos y Europa haya sido un soporte para la evolución de la divisa estos días. En cualquier caso, en divisa llevamos a cabo una gestión muy táctica pues el dólar se mantendrá en un rango que trataremos de aprovechar y de que no aporte más volatilidad a las carteras.
Alfonso de Gregorio Director de gestión de Gesconsult