Diez pasos que Trump debería dar para mejorar la economía de EEUU

Uno de los pilares de la campaña presidencial de Donald Trump fue la pérdida de puestos de trabajo, que achacó, como no, a las potencias extranjeras. En los últimos 50 años se han destruido empleos en Estados Unidos, se han cerrado fábricas de industrias clave y otras, como la del carbón, directamente han desaparecido a gran velocidad.

Sin embargo, la posibilidad que nunca contempló Trump es que la pérdida de tantos empleos no eran responsabilidad de sus competidores fuera de sus fronteras. La obsesión de su administración por echar marcha atrás en los acuerdo comerciales internacionales no asegura en ningún caso la creación de millones de puestos de empleo que ha prometido.

Los trabajadores de Estados Unidos producen hoy dos veces más en la industria manufacturera que sus homólogos de los años 90, y tres veces más lo que producían a principios de los 80. Sin embargo, el empleo ha disminuido un 31% desde 1975. Por otra parte, los estadounidenses de edad avanzada se aferran a sus empleos, en parte porque no sienten garantizado mantener su nivel de vida durante la jubilación. La edad promedio de retiro se ha retrasado progresivamente hasta llegar a los 62.

Los acuerdos comerciales globales han costado puestos de empleo (en Estados Unidos, como en otros lugares), pero a un menor ritmo de lo que se ha relatado en la campaña de Trump. China es, probablemente, el receptor más visible: debido a su anexión a la OMC, China generó 500.000 empleos en las industrias con exportaciones a Estados Unidos, frente a los 200.000 de los norteamericanos.

¿Qué medidas puede tomar el gobierno de Trump para mejorar la economía de modo que crezca la producción de empleo?