En una disciplina tantas veces asociada al exceso o a la búsqueda del ideal imposible, la doctora Gema Pérez Sevilla representa justo lo contrario: la defensa de la naturalidad como forma de belleza y del conocimiento científico como su mejor herramienta. Cirujana maxilofacial y médico estético, Pérez Sevilla lleva más de dos décadas reivindicando el tratamiento del rostro humano. Su clínica, situada en el centro de Madrid, se ha convertido en un punto de referencia para quienes buscan resultados visibles, sí, pero sobre todo armónicos y sostenibles en el tiempo.
Se considera una cirujana “poco cirujana”. ¿Qué es lo que quiere dar a entender?
Sí, resulta un poco paradójico, porque, en realidad, yo me siento muy cirujana. La cirugía resuelve muchos problemas y es muy eficaz, pero soy de la opinión de que todo lo que podamos corregir y resolver con poca agresividad es la mejor elección. Si podemos estar mejor con dieta, con hábitos saludables y con ejercicio, me parece estupendo. Si eso no es suficiente, subiremos un escalón e iremos a la medicina estética. Y, si no, ya nos queda la cirugía como último recurso. Pero creo que los cirujanos debemos “contenernos” de alguna manera e intentar no ser muy agresivos y resolver las cosas de la manera más sencilla, antes de recurrir a cosas un poquito más agresivas como la cirugía.

Su nombre, Doctora Pérez Sevilla, está con plenamente consolidado como uno de los grandes referentes en la medicina estética facial. ¿Cómo empezó este camino y qué le llevó a fundar la clínica en Madrid?
Desde que estudié la carrera y después realicé la especialidad de cirugía maxilofacial, he sentido verdadera pasión siempre por el estudio y el cuidado de la cara. La cara es, realmente, el sello de identidad de cada uno, nuestra carta de presentación y, por tanto, sentimos cierta satisfacción cuando la cuidamos, porque nos da autoestima y nos hace sentir bien. Y ese cuidado requiere mucha sensibilidad y yo, realmente, lo considero un arte. Entonces, cuando creamos la clínica, lo que queríamos era unir el arte y la ciencia, para poder cuidar de nuestros pacientes y así hicimos. Y ahora que hemos ampliado a la medicina de longevidad, vamos a añadir otra pata más, que sería la psicología: arte, ciencia y psicología unidos en la medicina anti envejecimiento para que los pacientes sientan cuidado su cuerpo y también la mente, que cada vez es más importante.
Por cierto… ¿Qué es la medicina de la longevidad?
La medicina de la longevidad es la que se ocupa de que vivamos mejor y más tiempo. Pero no se trata de alargar la vida, sino, más bien, de “ensanchar” la vida en plenitud y calidad. A mí me gusta decir que la edad no es un número, sino que es una energía. A mí me gustaría cumplir años con la misma energía que tenía con 20. De esa manera, cuando hablamos de energía, entendemos que la medicina de la longevidad lo que pretende es mantener esa vitalidad. Y ese concepto me encanta. Afortunadamente, ahora tenemos muchos recursos, a diferencia de lo que ocurría en épocas anteriores, para hacer diagnósticos de cómo se encuentra nuestro cuerpo en la actualidad. Lo que hacemos es medir la edad biológica de nuestro cuerpo, comparándola con la edad cronológica y en la medicina de la longevidad intentamos que esa edad biológica sea siempre menor que la edad que tenemos en el DNI. Y para eso hacemos diagnósticos de cómo está nuestro cuerpo y qué terapias son las más adecuadas, sobre todo teniendo en cuenta todos los progresos que ha tenido ahora la ciencia: la genética, todos los conocimientos de bioquímica y todos los recursos que tenemos a nuestro alcance.
«Creamos técnicas en los conceptos de la cirugía estética llevados a la medicina»
La clínica ha sido reconocida en numerosas ocasiones por su innovación, técnicas de medicina, técnicas de cirugía, aparatología diagnóstica… ¿Diría que es, precisamente, este enfoque en la innovación lo que distingue a tu clínica de las de la competencia?
Pues sí. Nosotros hemos creado técnicas propias como Cleft Infiltration y Hialesmas, que están basadas en los conceptos de la cirugía estética llevados a la medicina para la corrección de arrugas o la corrección de flacidez, sin tener necesidad que recurrir a la cirugía. También nos diferenciamos porque hemos acoplado a nuestra clínica la tecnología más vanguardista, como son los láseres, que ahora están muy de moda y se emplean, sobre todo, en cirugía de párpados. Pero nosotros llevamos veinte años haciéndolo… También somos pioneros en técnicas de lifting, en las que se han ido incorporando suturas especiales, microcámaras y una serie de recursos que nos han hecho que pasemos de tener cirugías con ocho o diez horas de ingreso hospitalario a poder hacer cirugías de manera ambulatoria, en tres horas.
¿Qué es lo que demanda más el público: tratamientos con láseres y radiofrecuencias o ultrasonidos o con inyectables de volumen?
Nos piden los que más se hacen los famosos, pero a veces hay otros tratamientos más discretos, más ocultos, incluso más baratos que lo que ellos nos piden, que les pueden venir mejor. Yo siempre le digo a mis pacientes que les voy a tratar como si fueran mis hermanos. Y les aconsejo lo mismo que haría con un hermano o una hermana mía.
*Estilismo: Martina Tacchini.
