Una en el tramo superior de la barcelonesa Rambla de Canaletes, en el número 131, a tiro de piedra de Plaça Catalunya. La otra en el corazón de la madrileña plaza de Callao. FNAC acaba de reforzar su presencia en Barcelona y Madrid con la apertura, a finales de octubre, de dos nuevas flagship, tiendas trofeo o espacios emblemáticos, una de 3.000 m2 distribuidos en cinco plantas y otra, la madrileña, de cerca de 4.000.

Según fuentes de la multinacional minorista fundada en Francia en 1954, este par de inauguraciones casi simultáneas responde a una estrategia de modernización de la compañía, que aspira a ofrecer una experiencia más fluida, cultural y digital, mejor alineada con los nuevos hábitos de consumo. Bajo el liderazgo de su director general en España, Domingo Guillén Figuerola, el grupo se ha embarcado en una nueva etapa empresarial, con un modelo de crecimiento cada vez más basado en la innovación, la eficiencia y el crecimiento sostenible. Este proceso de optimización operativa y transformación interna ha permitido a FNAC volver a ser rentable tras un periodo de incertidumbre y turbulencias.
Las nuevas tiendas pretenden ser buques insignias corporativos de esta nueva era. La de Barcelona, con vistas panorámicas sobre el centro de la ciudad en la que FNAC está presente desde 1996, se perfila como un nuevo foro de intercambios culturales, idóneo para presentaciones, charlas y actividades diversas. La de Madrid es un espacio completamente renovado que pone el énfasis en la nueva experiencia de visita que quiere ofrecer la empresa, con una integración más satisfactoria de venta omnicanal y servicios digitales.
