Señor con traje, corbata y actitud confiada. Ese ha sido desde hace décadas el prototipo de inversor que dominaba en la mente colectiva. Sin embargo, la gestión del dinero hace tiempo que no es exclusiva del género masculino. De acuerdo con el informe de Deutsche Bank sobre las tendencias de la inversión femenina, el número de mujeres millonarias y multimillonarias está aumentando a un ritmo impresionante, lo que está transformando el sector a nivel global. De hecho, si las mujeres invirtieran al mismo nivel que los hombres, se sumarían 3,22 billones de dólares en activos gestionados por particulares. Pero, ¿de qué manera invierten ellas? Pues lejos de la idea de que son excesivamente cautelosas, los datos muestran que las mujeres tienden a obtener mejores rendimientos gracias a estrategias más estables: realizan menos operaciones, son más pacientes durante las recesiones, utilizan órdenes stop–loss de manera disciplinada y confían más en el asesoramiento profesional.
- El crecimiento de las plataformas digitales está ayudando a reducir la desigualdad de género en inversión. De hecho, las mujeres adoptan servicios financieros online a un ritmo más rápido que los hombres, aprovechando la flexibilidad y la eliminación de barreras tradicionales, según el informe publicado por DWS la gestora de activos de Deutsche Bank.
Además, incorporan de manera natural criterios sociales y medioambientales en sus carteras, algo que cada vez se valora más en la inversión institucional. Pero, aunque cada vez existen más mujeres en el sector, los expertos del informe de Deutsche Bank advierten que la tendencia no se apuntalará si no se toma una acción decidida tanto en educación financiera como en apuesta por el liderazgo femenino en banca y gestión de patrimonios. Además, otro de los grandes retos radica en la oferta, que rara vez se adapta a sus verdaderos objetivos: planificación de la jubilación, gestión del tiempo familiar o autonomía patrimonial. Por otro lado, más del 70% de las mujeres prefieren recibir asesoramiento femenino, pero menos del 20% de los asesores financieros son mujeres en mercados clave como EE UU, Alemania o Reino Unido. De no cambiar estos aspectos, cerrar la brecha financiera de género podría llevar más de un siglo.
Los retos son inequívocos, pero las posibilidades inmensas. Especialmente para un género que rompe con el pasado para asentarse en el parqué inversor. Y lo hace también con traje, corbata y actitud decidida. Por qué no. Pero sobre todo con estabilidad y paso firme. Muy firme.
