Madrid nunca se detiene. El abultado paso de los viandantes resuena en cada acera, en cada calle. Por eso, encontrar reductos de paz en pleno corazón de la capital se predispone como una tarea prácticamente imposible. Pero existen. Y, coincidiendo con el Día Internacional del Café, citamos uno con este aroma tan particular.
Hablamos de la nueva flagship Starbucks Bernabéu ®, la nueva tienda de Starbucks que parte de esa misma premisa: hacer olvidar a los visitantes del ruido de las carreteras para acogerles en un espacio donde disfrutar del buen café en todas sus definiciones. No solo por las opciones de merchandising exclusivo que la reconocida firma internacional ofrece al consumidor en su nuevo local, ni tampoco por la posibilidad de disfrutar de Madrid Blend, una variedad de café que sólo se encontrará en este establecimiento de todos los que dispone la firma alrededor del mundo, sino por la oportunidad de hacerlo junto a una de las vistas más espectaculares de la ciudad: el terreno de juego del estadio Bernabéu.
Experiencias en Starbucks Bernabéu ® no faltan. Una de las más novedosas tiene a los coffee masters, baristas formados en la excelencia, como coprotagonistas de la historia. ¿Cómo? Transformando cada taza de Starbucks Reserve®, la línea de café más premium de Starbucks, en un ritual lleno de matices. Sin duda la inmersión y calidad de cada tueste se puede apreciar en el aroma y el sabor de cada taza.
Para lograrlo, Starbucks ofrece una gran variedad de granos de origen único que resaltan los sabores particulares de cada región haciendo de cada taza un viaje a otro continente, y los ha posicionado tanto como café para comprar, tomar o disfrutar a través de sus catas exclusivas. ¿Dónde? En la barra Reserve se encuentra el Coffee Lab en el que un coffee master adentrará al visitante en una degustación guiada que promete revelar los secretos mejor guardados en cada aroma, como conectando al cliente con el origen del café.
En definitiva, experiencias que invitan a descubrir, a detenerse, a escuchar con el paladar y a entender que una taza puede narrar la geografía de un continente entero, todo ello en pleno corazón de Madrid.
Porque ese es uno de los puntos clave de Starbucks Bernabéu ®: recordar que se está en Madrid aunque no se escuche Madrid. Para ello, este establecimiento ha buscado abrazar tanto a quienes visitan la ciudad como a quienes la viven cada día. Y lo hace a través de un arco digital inmersivo que recibe al visitante para envolverle en una narrativa visual inspirada en Sorolla que explica la historia del café hasta su llegada a la capital. Y no solo eso. Para reforzar este vínculo entre ciudad y marca, el centro del local se ornamenta con una obra de la artista madrileña Cristina Mejías que emula de forma abstracta la icónica sirena de Starbucks. Y, por último, un gran mural compuesto por tarjetas de café que invita a recorrer, de un solo vistazo, el viaje global que da vida a cada taza, mientras recuerda en un parpadeo el lugar que lo acoge: Madrid.
Sin embargo, Starbucks Bernabéu ® es mucho más que una tienda de Starbucks tradicional. Por primera vez, la firma ha adoptado en este local una serie de colaboraciones con primeras marcas de la pastelería madrileña para traer a sus vitrinas el famoso lemon pie de Balbisana, los virales croissants de Novo Mundo o las icónicas galletas de Cookie Lab, entre otras muchas propuestas. Un win-win con el que también gana el consumidor.
Pero no solo eso. “Queremos que los madrileños vengan a Starbucks Bernabéu ®, queremos ser la cafetería del barrio, el restaurante al que acudir con un cliente, el lugar donde pasar el afterwork tras una intensa jornada”, destaca Fernando Albarrán, director de Marketing de Starbucks. Por eso, cuando cae la tarde este espacio se transforma, la luz se suaviza, la ciudad ralentiza su ritmo y la flagship despierta su faceta más sorprendente: la de la mixología. Un instante donde los cócteles encuentran en el café su ingrediente esencial, y el Espresso Martini Reserve se convierte en icono de este nuevo lenguaje, un cóctel que fusiona de manera equilibrada el mundo del café con la coctelería: intenso, cremoso y con un final avainillado, servido con vistas al terreno de juego del Bernabéu, un lujo urbano difícil de imaginar en otro lugar.
Además, la sorpresa también se vive en cada bocado. La carta gastronómica desafía expectativas con una propuesta culinaria inesperada que invita a quedarse más tiempo: un salmón glaseado en salsa yakiniku o un pollo al chimichurri abren un abanico de sabores que dialogan con el café y con el vino, platos pensados para acompañar momentos y que celebran la diversidad cultural de una ciudad que nunca deja de reinventarse.
Porque no se trata solo de comer o de maridar instantes, el objetivo de esta flagship eleva la experiencia a una velada que puede empezar con el primer café de la mañana y concluir con la cena con las mejores vistas. En definitiva, un sinfín de detalles que invitan al visitante a quedarse, a pensar sin prisa, a descubrir nuevas formas de disfrutar del café y a huir del ritmo madrileño desde un refugio que acoge, se reinventa y aporta la calma necesaria para reemprender el camino del día a día con otra perspectiva, otra experiencia con aromas que van mucho más allá del café.
