La historia de una cerveza puede contarse de muchas formas: a través de sus recetas, de sus botellas o de los momentos que acompaña. Pero hay ocasiones en las que un objeto cotidiano consigue convertirse en símbolo, y entonces lo que parecía funcional adquiere otro sentido. Eso es lo que ocurre con la Columna Centenario, el nuevo grifo de Alhambra Reserva 1925.
Con esta creación, Cervezas Alhambra celebra su primer siglo de vida. Cien años de maestría cervecera que han dado forma a una de las cervezas más reconocibles de España y a un modo de entender el tiempo y el disfrute. Por eso, la llegada de este grifo no es un gesto menor, es la materialización de una filosofía y la apertura de una experiencia distinta desde la barra.
En primer lugar porque la Columna Centenario es una pieza firmada por el diseñador Andreu Carulla. Y no se parece a nada que hayamos visto antes. Elaborada con vidrio soplado, recoge la textura de la celosía granadina y la traslada a un objeto que parece moverse, fluir, respirar con la luz que lo atraviesa. El resultado es un grifo que parece más una escultura que un mecanismo, más una obra de arte que una herramienta de servicio.

“Buscábamos captar la esencia de la botella de Alhambra Reserva 1925, una cerveza única que no lleva etiquetas y está llena de detalles muy sensibles que nos hablan de su origen y su vinculación con la artesanía”, explica Carulla. Ese origen es Granada, la ciudad que inspira el ritmo pausado de la marca y que impregna cada curva del vidrio soplado con un eco de historia.
«Buscábamos captar la esencia de la botella de Alhambra Reserva 1925»
La experiencia cambia desde el mismo instante en que el cliente pide una caña. Ya no es solo un gesto mecánico entre camarero y consumidor. El grifo introduce un ritual distinto, convierte el servicio en un acto con significado. “Cuando se traslada la celosía al vidrio soplado adquiere una sensación de suavidad y de fluidez, una auténtica sensación orgánica y coherente con la botella”, añade el diseñador. Y es cierto. Lo que uno observa en la barra tiene algo hipnótico, como si condensara cien años de historias en cada tirada.
En un tiempo en el que todo parece acelerarse, Alhambra propone lo contrario. Una pausa, un momento consciente. Así, una caña servida desde la Columna Centenario se convierte en una invitación a mirar con otros ojos lo cotidiano, a saborear sin etiquetas, a detenerse en los detalles que hacen de una cerveza una experiencia.
De momento, la Columna Centenario ya está presente en más de cien locales de toda España. Y allí, los consumidores pueden encontrarse con esta pieza inesperada, tocarla, descubrir su relieve y comprender que incluso en la barra más bulliciosa hay arte.
Durante un siglo, Cervezas Alhambra ha defendido una manera de crear y de vivir: con paciencia, con sensibilidad, con la certeza de que lo importante se reconoce en los pequeños detalles. Cien años después, esta famosa marca sigue innovando sin perder de vista sus raíces. Y lo hace convirtiendo un grifo en un icono, en arte. Una pieza que sirve cerveza, pero también rescata memorias. Porque pedir una caña nunca volverá a ser lo mismo. ¿Dónde puede disfrutarse? Revisa el mapa con los locales que ya disponen el grifo de Alhambra que no pasará desapercibido.
