César Sanz, fundador y CEO de Riverwalk, tiene una visión clara y pragmática del negocio. Su empresa, especializada en la inversión y desarrollo inmobiliario en Madrid, ha logrado consoli- darse en un mercado competitivo gracias a un enfoque único que combina arquitectura, análisis financiero y ejecución hasta la entrega de llaves. Pero detrás de una década éxito hay una historia de esfuerzo que comenzó mucho antes de fundar Riverwalk.
A los 17 años, Sanz decidió emprender y se enfrentó a varios fracasos. “He probado cosas que funcionaron un tiempo y muchas que no y toqué fondo más de una vez”, confiesa reconociendo que ahora sabe bien que el éxito llega cuando dejas de buscar atajos y empiezas a sostener procesos. Más aún, entiende que no es cuestión de correr rápido, sino de resistir y elegir bien las batallas”.
El éxito llega cuando dejas de buscar atajos y empiezas a sostener procesos. No es cuestión de correr, sino de resistir y elegir las batallas
Riverwalk nació de una necesidad clara en el mercado inmobiliario madrileño, al observar cómo los inversores extranjeros se encontraban con un mercado desorganizado, asesores y arquitectos que no comprendían sus necesidades y poca sensibilidad estética. Esto le llevó a crear una estructura que aborda todo el proceso, garantizando una experiencia completa. Uno de los mayores desafíos entonces fue la falta de recursos.
“Empezamos desde una situación financiera precaria, casi al borde de la quiebra personal”, recuerda. No contaban con una estructura sólida o socios influyentes en el sector: tenía una visión clara y esa determinación férrea que se tiene por salir adelante cuando no hay plan B. A lo largo de los años, la cultura de Riverwalk se ha cimentado sobre principios sólidos. No vender humo y no prometer lo que no pueden entregar son dos pilares fundamentales de una empresa que tiene claro que no vale crecer a toda costa. ¿La clave? No externalizar el núcleo del negocio, integrando todo bajo un mismo paraguas. Mirando al futuro, Sanz tiene una visión clara para Riverwalk: consolidar una comunidad de inversión en la que “el capital y el diseño convivan con inteligencia”.
