El 80% de los empleos del futuro aún no se han creado. Así lo afirma un informe sobre el Futuro del Empleo publicado por el Foro Económico Mundial en 2023 en el que se plantean los retos a los que se enfrentará la comunidad educativa en el corto y largo plazo. Porque ¿cómo formar a los jóvenes para unas profesiones que todavía no existen?
Esta es la gran pregunta que buscan responder instituciones y centros educativos. No obstante, solo los más ágiles, los más veloces, tendrán la posibilidad de dirigir a las nuevas generaciones al camino correcto. Y en esto International Schools Partnership (ISP) son especialistas.
Este grupo internacional con más de 95 colegios en 25 países (12 de ellos en España) cuenta con una gran experiencia a sus espaldas en la formación de los más pequeños. Un conocimiento internacional del que se nutren para adelantarse a las tendencias y preparar a los más pequeños en lo que denominan “competencias para la vida”, es decir, un conjunto de habilidades, conocimientos y actitudes esenciales para adaptarse a un mundo tan cambiante.
¿De qué pilares estamos hablando? De competencias cognitivas, globales, digitales, de autoliderazgo e interpersonales. Un conjunto de aptitudes que no solo buscan formar parte del currículo. Porque un colegio no solo ha de enseñar materia, también ha de trasladar conocimientos para la vida.
Así lo recuerda Steve Brown, CEO de ISP: “Nuestro enfoque transforma la enseñanza de habilidades críticas en un proceso claro y medible. Esto es fundamental para preparar a los estudiantes para el éxito en un mundo dinámico».
Precisamente por eso, porque la medición de los entornos educativos es vital para su desarrollo, desde ISP han implementado laboratorios educativos en acción que pretenden transformar el desarrollo de habilidades en un proceso medible. Un modelo al que se acogerán los más de 100.000 estudiantes y 9.000 docentes de su red global.
El fin último: preparar a los más pequeños para liderar, innovar y prosperar en cualquier contexto al que se enfrenten. Como, por ejemplo, el trabajo del futuro: un concepto tan incierto como apasionante.
