Los relojes más caprichosos para regalar estas fiestas los tiene Tissot

No puedo (ni quiero) contener el regocijo que me ha producido el lanzamiento de los nuevos PRX de 25 mm, los más pequeños de esta colección de éxito de la relojera suiza Tissot. Y son muchas las razones, que iré desgranando a continuación. La primera de ellas está relacionada con mi querencia por la línea Tissot PRX, que aúna muchas de las cualidades que le pedimos a un reloj: que su diseño resulte atractivo, que su movimiento sea fiable y que ofrezca la consabida buena relación calidad/precio. Otros requisitos menores serían que ejerza como reloj para el día a día, por ejemplo, y que su estética combine con un sinfín de prendas. De todo ello sale más que airoso el PRX, y por algo es el best seller de una marca histórica que lleva fabricando relojes desde 1853.

De estilo retro, líneas limpias y una caja con forma de tonel, el PRX nació en 2021 como homenaje a un modelo de Tissot de cuarzo de los años 70, el Seastar, y hoy forma parte del muy deseado elenco de relojes deportivos de acero con brazalete integrado. Recibe su nombre de las iniciales de las palabras preciso y robusto, y del número romano X, que indica su hermeticidad: 10 bares o 100 metros. Un fantástico reloj de entrada que se declina en tantas versiones que se nos antoja difícil no hallar la ideal para cada uno: de cuarzo, automático, digital, grande, pequeño, «mediopensionista», con cronógrafo, de tres agujas…

De las 57 variantes del Tissot PRX que componen actualmente el catálogo de la enseña, cinco miden 25 mm de diámetro y 9,05 mm de grosor. Son las nuevas incorporaciones a la gama, las más diminutas y caprichosas. Diría, asimismo, que las más femeninas, si no fuera porque jóvenes actores como Timothée Chalamet y Paul Mescal están poniendo todo de su parte para que la tendencia vigente de lucir relojes mini les alcance también a ellos. Otras marcas de postín como Audemars Piguet y Cartier han lanzado relojes emblemáticos en frasco pequeño, como las esencias. Una moda perfectamente unisex que continuará triunfando en 2025.

Carácter propio

Además de ofrecer las bondades inherentes del PRX, estas novedades evidencian un carácter propio. Se muestran ligeras (pesan 65 gramos cada una) y discretas, pero no anodinas. No se diluyen en sus 25 mm, sino que marcan personalidad, irradiando la calidez del oro rosa, la elegancia del negro y la predisposición a gustar del azul. Las cinco piezas se visten de acero (una de ellas, con PVD en oro rosa), y sus cajas abrigan esferas de nácar blanco o de colores negro, azul hielo o nude (rosa empolvado), con un efecto de rayos de sol.

Las iteraciones en negro y nude son las más festivas, pues añaden un toque resplandeciente a través de sus índices, dotados de tres diamantes cada uno. Hay, además, un ejemplar bicolor, con el bisel elevado, las agujas y el resto de elementos del dial en rosa. Todos, incluido el azul hielo (que marca el precio de entrada de los PRX: 325 euros), funcionan con terciopelo y con vaqueros. Con un vestido negro y con pantalones de pana.

En su interior late un movimiento de cuarzo suizo con un indicador del fin de vida de la pila (EOL), y tanto la flexibilidad de su pulsera como su cómodo cierre de mariposa con pulsadores están bien pensados. Hay más detalles de calidad, como el cristal de zafiro con tratamiento antirreflejos, el material luminiscente de las agujas de las horas y los minutos y los acabados: nadie diría que estamos ante unos relojes que no superan los 525 euros. Solo espero que se añadan más versiones a la gama, a poder ser en los tonos verde menta y rosa chicle que lucen otros PRX mayores. Por pedir…

Más detalles

TISSOT PRX CUARZO 25 MM