En un contexto de mercado en el que existe un significativo incremento del número de bufetes, y los niveles de exigencia y sofisticación que demandan los clientes son cada vez mayores, es fundamental buscar la diferenciación como ventaja competitiva.
Así, el atributo diferencial de Deloitte Legal radica en su capacidad para “ofrecer soluciones integrales a los retos más complejos de los clientes”, indica Enrique Gutiérrez, socio responsable de Deloitte Legal. El despacho de abogados aborda los retos transformacionales de mayor relevancia para las compañías como son la transición energética, la transformación digital, los nuevos entornos de trabajo y la gestión de riesgos regulatorios. En su opinión, “nuestro enfoque no se limita a los aspectos jurídicos o fiscales, sino que también incorpora las capacidades financieras, tecnológicas y de consultoría estratégica que posee nuestra firma, aprovechando, además, la profunda especialización sectorial de Deloitte”.
Esta aproximación multidisciplinar les permite ir más allá del rol tradicional de asesor, convirtiéndose en un auténtico socio de negocio para las compañías. Su colaboración estrecha con las asesorías jurídicas y fiscales refuerza su papel como pieza clave en el diseño y ejecución de estrategias empresariales. “Somos más que asesores, somos auténticos socios de negocio de las compañías con las que trabajamos y, en particular, de las asesorías jurídicas y fiscales, convertidas hoy en pieza clave del diseño y la ejecución de la estrategia empresarial”, argumenta Gutiérrez.
Esta vocación integral la plasma Deloitte Legal, además, en su fuerte presencia territorial en el mercado nacional que, en palabras de Willy de Molina, socio de Fiscal, “nos aproxima a los clientes que operan en cualquier punto de nuestra geografía”. En el plano internacional, la robustez de su red global les permite acompañar a las principales compañías multinacionales españolas en las diferentes jurisdicciones en las que desarrollan su actividad, “garantizándoles un asesoramiento global, homogéneo y coordinado”, apunta de Molina.
El talento como principal activo
Con una organización en España formada por casi 2.300 profesionales, Deloitte Legal se estructura en cinco áreas de práctica: Fiscal, Legal, M&A, Mobility & Compensation y Business Process Solutions (BPS). Sus equipos trabajan de forma integrada y coordinada con los demás departamentos de Deloitte fruto de su cultura colaborativa.
Deloitte Legal reconoce que su principal activo son las personas. Con el objetivo de atraer y fidelizar a los mejores profesionales, el despacho ofrece un proyecto diferencial que responde a las inquietudes de las nuevas generaciones, quienes valoran formar parte de una compañía con un propósito claro: generar un impacto positivo en la sociedad.
La tecnología y la IA son un elemento clave que nos ayuda a ejecutar nuestra estrategia de crecimiento y diferenciación”
El área de Fiscal brinda asesoramiento tributario altamente especializado y práctico a una amplia gama de clientes nacionales e internacionales. Legal, por su parte, se enfoca en convertirse en el asesor jurídico de referencia en el ámbito regulatorio, prestando especial atención al cumplimiento normativo, consultoría y litigación de negocios.
En el caso de M&A, dirigida por José Mª Gómez, ofrece asesoramiento integral en todo tipo de operaciones mercantiles, basándose en una estrategia end-to-end, acompañando al cliente en todas las fases previas y posteriores a la transacción.
El despacho también apoya a empresas y directivos en la transformación de sus políticas de movilidad geográfica para empleados en un contexto empresarial cada vez más internacional, desde el área de Mobility & Compensation, impulsada por la socia Ana Zarazaga.
Por último, el departamento de Business Process Solutions (BPS), bajo la responsabilidad de Alberto Mora, proporciona soluciones de alto valor añadido para la optimización y gestión de procesos clave en las empresas, como la externalización de procesos legales y fiscales, finanzas y recursos humanos, respaldándose en herramientas tecnológicas propias.
Mención especial en la estrategia del despacho merecen la tecnología y la inteligencia artificial, que cumplen una función estratégica. Para Enrique Gutiérrez, “la utilización e implementación de herramientas tecnológicas forma parte de nuestra cultura como despacho, enfocada a proporcionar soluciones de negocio para nuestros clientes. Por ello, la tecnología y la inteligencia artificial son un elemento clave que nos ayuda a ejecutar nuestra estrategia de crecimiento y diferenciación”, indica.
Tanto a la hora de ofrecer un servicio determinado, como en el diseño de soluciones a medida a requerimiento y en colaboración con sus clientes, el objetivo del despacho es “comprender al detalle cuál es su modelo de negocio y qué necesidades jurídicas, fiscales o de externalización de procesos requieren ”, asegura Gutiérrez.
En el marco económico actual, el principal reto al que se enfrentan los clientes de Deloitte Legal es desenvolverse en un entorno cada vez más regulado. María Guinot, socia de Legal, remarca que “la necesidad de convertir la regulación en una ventaja competitiva exige por nuestra parte anticipación y proactividad en la identificación del impacto que la normativa nacional y comunitaria pueda tener en el modelo de negocio de las empresas, siempre con un enfoque muy orientado a la gestión de los riesgos de negocio”.