En los últimos años, los proveedores alternativos de servicios legales (ALSP, por sus siglas en inglés) han ido conquistando el panorama legal. En un contexto de creciente presión por reducir costes y aumentar la eficiencia, estas entidades gozan de gran aceptación dentro del mercado y cada vez más empresas recurren a este tipo de estructuras. Una consolidación que, como explica Natalia Martos, CEO y fundadora de Legal Army, se ha reflejado en unos resultados de facturación que califica de “extraordinarios”. En concreto, en 2023, la entidad aumentó sus ingresos en un 43% respecto al año anterior, y las previsiones para este 2024 auguran otro incremento que les posicionaría en cerca de los dos millones de euros. A medio y largo plazo, además, Martos estima que el crecimiento continuará y se situará “en torno al 30 y el 45%”.
El esfuerzo y trabajo de los últimos años no solo han cristalizado en buenos resultados económicos. En 2024, Chambers & Partners, el directorio más prestigioso del sector, reconoció a la firma como una de las ALSP más destacadas en España. Un reconocimiento que, para Martos, “implica el respaldo hacia un modelo de negocio que no existía en España hace solo siete años”, recuerda.
Llegar a este punto, sin embargo, no ha sido fácil. “La acogida en el mercado ha sido excepcional, pero es cierto que, en sus primeros años, no todo el sector entendía nuestros servicios”, detalla. Después de más de 12 años en los equipos legales de Grupo Prisa y Tuenti, la abogada se percató de que la oferta jurídica no cubría las necesidades que estaban surgiendo en materia de negocios digitales. Con esa idea en la cabeza, pasó en 2016 por la Singularity University, en Silicon Valley. Ahí descubrió el NewLaw y los ALSP y, en 2018, decidió importar ese modelo al mercado hispanohablante con Legal Army.
En su firma, cuenta, la tecnología juega un papel protagonista. “Es un eje central. Permite que gestionemos decenas de clientes en tiempo récord con los abogados mejor cualificados para cada asunto”, detalla. Asimismo, este elemento también resulta clave para la atracción de talento, ya que favorece la conciliación y permite un “nuevo modelo de abogacía mucho más satisfactorio”, zanja.