Si el interés de las cosas se midiera únicamente por lo que decide el buscador de Google, la microbiota sería uno de los asuntos con más impacto en España en los últimos años. Si en 2021 hubo algo menos de 90.000 búsquedas, el año pasado se disparó hasta las 150.000, lo que supone un crecimiento de más del 70% en este tiempo. Y sigue en claro aumento. ¿Qué hay detrás de la microbiota y por qué está generando tanto interés?
En una sociedad cada vez más concienciada con la salud en general, hay cada vez una mayor sensibilización e interés por todo lo que hay alrededor del aparato digestivo. Sí, no te engañes: juega un papel tan importante que muchos científicos lo consideran, desde hace tiempo “el segundo cerebro” una pieza absolutamente fundamental para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. De hecho, está formado por 39 billones de microorganismos vivos que campan a sus anchas en nuestro intestino y con funciones importantísimas para nuestra salud: regular y estimular nuestra inmunidad, aportar beneficios digestivos e influir en nuestro comportamiento. Casi nada.
39 millones de microorganismos no pueden estar tan equivocados. De hecho, el 99% de ellos son inocuos para la salud y fundamentales para regular el proceso digestivo. “Sólo un pequeñísimo porcentaje de esos microrganimos acaba siendo perjudicial para el ser humano”, confirma el doctor Francisco Guarner, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Microbiota, Probióticos y Prebióticos. De hecho, la microbiota, un concepto que cada vez resulta más familiar, “es un ecosistema de organismos que pueden impactar sobre el estado general de nuestra salud, formado por un compendio de bacterias, hongos, virus, arqueas, levaduras y protozoos, que residen principalmente en el último tramo del intestino grueso”, insiste el doctor. “Viven dentro de nosotros porque les damos alimento y cobijo”, resume.
Para este reputado científico, “la importancia de mantener una microbiota sana y equilibrada para cuidar nuestra salud digestiva es fundamental, ya que afecta a otros ámbitos como la salud mental, la salud de la piel, la salud respiratoria y el metabolismo”. Influye en cánceres, en la depresión o en la obesidad. De hecho, alerta de que “hemos perdido la capacidad de digerir alimentos saludables porque a través de los años hemos ido perdiendo mucha flora intestinal”.
“Los lácteos fermentados tradicionales, el yogur o el kéfir, aunque influyen poco en la composición de la microbiota intestinal, tienen efectos nutricionales bien conocidos y su consumo se relaciona con distintos parámetros de salud como menor tendencia al exceso de peso, o prevención de la diabetes del adulto”, asegura el experto digestivo. Ahora bien, “los lácteos fermentados con determinadas cepas de Bifidobacterium lactis sí que influyen en la composición de la microbiota y su actividad metabólica, y tienen efectos adicionales sobre el tránsito digestivo y el bienestar abdominal, que mejoran significativamente”, puntualiza.
Detrás de todo ello, los malos hábitos de consumo en una sociedad que consume cada vez más alimentos procesados, entre otras razones. “La gran cantidad de productos esterilizados, con poco contacto con las bacterias y en cambio en contacto directo con productos químicos está siendo demoledora”, alerta. “Lo que buscamos los científicos es más bacterias buenas y eso se logra a través de los probióticos”, explica el científico.
¿Probióticos? Aquí entra de lleno, en la ecuación, Danone, que lleva años apostando por uno de sus productos estrella, Activia, que se ha convertido en un estimulante regenerador de la flora intestinal a través de un producto totalmente revolucionario. Desde la marca de lácteos, llevan años apostando por la investigación para conseguir resultados cada vez más eficaces en este campo. Y con resultados sorprendentes.
Activia, como leche fermentada, tiene además de los fermentos propios del yogur, tres cepas más, con un nombre y un apellido propios. En total, cinco cepas diferentes que hacen al producto totalmente único, entre otras razones por su enorme contenido de bacterias (4.500 millones de unidades formadoras de colonias) y por su mayor nivel de supervivencia de cepas vivas en el tracto intestinal. Tres razones de enorme peso que reafirman los tres criterios que los probióticos ha de cumplir para ser realmente eficaces: que lleguen vivos al intestino, resistiendo a las secreciones gástricas y biliares que lo hagan con diversidad suficiente que lleguen en cantidad suficiente. Dicho y hecho.
“Para afirmar que un probiótico cumple con estos requisitos, es fundamental demostrarlo científicamente. No todos los probióticos son iguales. Activia es la única que ha demostrado científicamente estas tres cualidades gracias a su cepa CNCM I-2494”, destaca Antonio Torres, responsable de Nutrición y Sostenibilidad de Danone España. Hay más de 20 publicaciones que avalan su evidencia científica. 39 billones de microrganismos no están equivocados.