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Carmen Peñas, experta en estética: “Nuestro gran éxito es atender a nietas de mujeres que mi padre operó hace 30 años”

Su padre, Juan Peñas, se convirtió en uno de los primeros cirujanos plásticos de Madrid y fundó junto a su esposa Clínica Peñas en los años 90. Desde hace diez años, su hija Carmen es una de las piezas nucleares.

Carmen Peñas fotografiada en el Hotel Santo Mauro de Madrid. © Jaime Partearroyo

Esta experta en belleza, (en medicina estética y cirugía plástica), retoca y cuida de las personas como si fueran de ella misma, les dedica con cuerpo y alma todo su trabajo cada día, desde hace ya más de 10 años. Además cuida las caras más famosas del panorama actual digital y del cine. Acuden a la Clínica Peñas, fundada por sus padres, el exquisito cirujano plástico Juan Peñas y Carmen Pérez, todo tipo de personalidades de todas partes del mundo. Carmen Peñas hereda el código deontológico y la honestidad profesional de sus padres y con su saber hacer, y la seguridad que transmite sobre esta disciplina médica, apoyada por un equipo 10 tanto médicos como quirúrgicamente hablando, compuesto por 2 grandes cirujanos y una médica estética, además de quiromasajistas, anestesistas, dermatóloga, auxiliares y administrativas. Tiene un reconocimiento público difícil de superar. “En Clínica Peñas tenemos la inmensa suerte, además de que haya nuevas generaciones que acuden por la medicina estética y la cirugía plástica, es que además vienen las nietas de las ya operadas por mi padre, hace 30 años, un éxito”.

Sus padres, Juan Peñas y Carmen Pérez, fundaron Clínica Peñas en los años 90, hablando un poco de la rama de la cirugía plástica, de la que entiende mucho también nos cuenta: “a mí me han operado mis padres, las personas que más me quieren del mundo ¿cómo no voy a creer que esta ciencia no es buena? Es maravillosa, mágica, ayuda a diario en todo el mundo a miles de personas, tanto con temas graves como puede ser un cáncer, como por algo estético”. Por Clínica Peñas han pasado rostros famosísimos. Aunque la genética ha regalado a Carmen una cara de muñeca, repite un lema que ella misma abraza “la buena medicina estética es la que te pone en tu mejor versión”.

Carmen tiene dos carreras, y una extensa vida laboral. Primero hizo ADE con Marketing y Comunicación, trabajó en la cuna de la moda, en Milán organizando desfiles, fue también auditora, organizó agenda de la ex-política Ana Palacio, codeándose con lo más top de la política internacional, como Felipe González, o Kofi Annan, pero eso le duró poco, porque siempre le podía la vocación de cuidar a los demás, desde la rama más científica, así que sin pensarlo más, estudió el grado de enfermería, mientras trabajaba en hospitales, y pasaba su primer embarazo. Porque también es madre de tres hijos.

Durante siete años fue docente de un par de masters dedicados a la estética, demostrando ser una buena comunicadora, mientras asistía al quirófano por las mañanas y por las tardes trabajaba en la clínica perfeccionando su saber hacer. Desde hace 12 años está dedicada en cuerpo y alma a su labor como experta en belleza, desde Clínica Peñas, aunque también tiene un perfil interesante en Instagram donde se pueden ver los CPtalks, unas conversaciones sobre belleza y salud con gente relevante de este campo.

Carmen Peñas fotografiada en el Hotel Santo Mauro de Madrid.

¿Cuál es su rol en la clínica?

Oriento y cuido a los pacientes sobre el mejor de los resultados que quieren conseguir. Mi trabajo diario es ayudar desde mi formación y código deontológico. Además soy la directora de Marketing y Comunicación.

¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?

Ennoblecer lo que hago. La medicina estética y la cirugía plástica son dos disciplinas muy serias. Son las disciplinas médicas de la autoestima.

¿Cómo cree que ha evolucionado la medicina estética?

La medicina estética ha evolucionado desde hace 25 años muchísimo, lo mismo que las demás especialidades de la medicina. Hoy en día contamos con recursos y técnicas que nos permiten llevar a hombres y mujeres a una madurez cada vez más larga y mejor llevada, del mismo modo que podemos perfeccionar las facciones de los más jóvenes.

Ha estado en contacto con esta profesión desde pequeña.

Lo he vivido. Para mí es normalísimo. Mi padre es uno de los cirujanos plásticos más importantes de España. Desde que he nacido, he vivido rodeada de las cosas buenas que aporta a las bondades de la medicina y de la cirugía plástica hablar de cirugía y medicina estética..

Ha vivido esta profesión. ¿Cuál es su impresión?

Mi conocimiento de la cirugía desde la medicina es muy riguroso. Creo que la evolución natural del hombre en la mejora es algo inteligente, y por eso tanto el equipo de profesionales que formamos la Clínica Peñas como yo nos tomamos muy en serio la belleza. Tanto la medicina estética como la cirugía plástica son unas disciplinas muy normalizadas en nuestra sociedad, todo el mundo las conoce, y recurre a ellas. Insisto que llevo viendo cómo está siendo cada vez más común, y es una herramienta más para la mejora personal.

Ustedes atienden a algunos de los rostros más conocidos de nuestro país. ¿nos puede revelar algún nombre?

Para nosotros, como en el resto de especialidades, la privacidad de nuestros pacientes es sagrada. Y muchos de ellos cuentan que les hemos operado, pero tenemos claro que es el paciente quien debe hablar de cómo se cuida, pero nosotros no debemos entrar en ese terreno. Y mira que muchos de nuestros pacientes han llegado a convertirse en parte de nuestra familia, pero es el paciente el que debe medir cuándo y cómo habla de sus tratamientos.

Las estadísticas dicen que después de la pandemia, debido a las videollamadas, las intervenciones se han disparado. ¿lo han notado en la clínica?

Sí. A raíz del teletrabajo hemos tenido más intervenciones quirúrgicas faciales, pero no un boom. También tratamientos estéticos. Hay que envejecer con dignidad, en tu mejor versión, a ser posible, sin pasarte pero cuidándote, manteniéndote con constancia. Cuidarse es lo normal y lo positivo.

¿Cuáles son los tratamientos estéticos estrella ahora mismo?

La bioestimulación o medicina regenerativa que se conoce popularmente como PRP (plasma rico en plaquetas) estimula tus propios factores de crecimiento: tu propio ácido hialurónico, tu elastina, y tu colágeno. El resultado es una piel más luminosa e hidratada. Es muy natural. Te lo puedes poner en gel para revoluminizar y reposicionar formas o como mesoterapia para nutrir el tejido. Es como si te tomaras un bote de crema. Tu piel se pone super glow. El maquillaje te dura más, no se te cuartea, ni necesitas reponerlo.

El ácido poliláctico (sculptra*) es para luchar contra la flacidez. Es un tratamiento “novedoso” que se infiltra como líquido, es el mismo material de las suturas intradérmicas. Se pone desde los ángulos óseos y lo que hace «básicamente» es tonificar, sin rellenar, promoviendo el fortalecimiento de tu propia elastina y colágeno, ayudando a la piel a adherirse mejor a la musculatura facial.

Y cómo no, los láseres estimuladores de colágeno, me parecen un tratamiento estrella que además mejora la textura de la piel, alucinante.

Y como una de mis cirugías plásticas que más recomiendo a casi todo el mundo es la blefaroplastia, que consiste en retirar la piel sobrante que con la edad cae encima del párpado superior. Esta sería la superior. Se hace con anestesia local, y el paciente en una semana está recuperado. A los tres días puede llevar una vida normal, y a los siete días ya no tiene ni los puntos. La blefaroplastia inferior es incluso más cómoda: se retira, con bisturí eléctrico la grasa que confiere cara de cansado al paciente, sin puntos, con sedación local, un día de reposo con frío, y a los tres días puede volver al trabajo.

Podría hablar también de las prótesis de mama, o el lifting, que me parecen intervenciones maravillosas.

¿Cómo son las recuperaciones?

Hay que desdramatizar las recuperaciones. Hoy en día todo el mundo tiene sus obligaciones, y la cirugía plástica y la medicina estética se acomodan a estas circunstancias. Es algo muy normal venir un rato a un tratamiento estético, infiltraciones, láseres, o radiofrecuencias, y volver a trabajar. No impide trabajar, generalmente. Y las cirugías están ya pensadas para una rapidísima recuperación para que el paciente no deje apartada su vida laboral.

¿Qué opinión tiene de Carolina de Mónaco?

Me parece súper respetable. Estuve con ella en el Baile de la Rosa el pasado mes de marzo. Es una de las mujeres más admiradas de la prensa rosa, una princesa maravillosa aunque no comparto su visión del envejecimiento. Pero hay que respetar a todo el mundo en su belleza, también a Cher, por ejemplo. Todo es respetable. Me parece una mujer estilosísima, pero a mi me gustaría evitar llegar a ese punto.

Una vez que se empieza, ¿no hay un riesgo de entrar en bucle infinito de retoques?

Cuando das con un buen profesional, no. Yo abogo por transmitir belleza con naturalidad, seriedad y elegancia. Es importante que mi mente acompañe a mi físico. Y yo me siento joven.

Cuando conoce a alguien ¿analiza los cambios que le haría?

Sí, me sale innato. Por supuesto que si te sientas a mi lado en una cena no me siento cómoda hablándote de ello y no seré yo quien inicie la conversación de lo que te vendría mejor.

Para terminar ¿qué personalidad ha conocido que le haya sorprendido más?

Gracias a mi trabajo tengo la inmensa suerte de conocer a mucha gente que me sorprende gratamente y me aporta a diario.