Aguas cristalinas; un grupo de chicas y chicos en traje de baño sumergiéndose en ellas. Brisa marina. Gaviotas. Piezas de joyería secándose al sol… Al entrar en la web de Caintè, te inunda el espíritu mediterráneo hasta que, de pronto, descubres que se trata de una marca de joyería escandinava que nació en 2019 en Copenhague. Y allí sigue desarrollándose, también en España.
Sus piezas sí que delatan esos orígenes daneses. Brazaletes lisos, cadenas planas, relojes de esfera cuadrada o anillos rotundos –para hombre y para mujer– en acero inoxidable, que funcionan igual de bien en bañador que con un jersey de lana y unos vaqueros.
“Describiría nuestros diseños como sencillos, clásicos y limpios. Nuestras piezas tienen un toque único, no son aburridas, pero sí atemporales”, sostiene Mathias Larsen, fundador de la firma. Larsen, que confiesa que le gustan las joyas y se las ha puesto desde que tenía seis años, es un firme defensor del lema “que sea sencillo, pero que sea especial”. Algo muy en línea con el estilo Copencore, como se ha venido a llamar a esa estética nórdica tan desenfadada y fresca como sofisticada.
Desde el norte de Europa con la mirada puesta en el sur
Sin embargo, el creador de Caintè siempre ha mirado hacia el sur de Europa. “Soy amante del estilo de vida mediterráneo desde niño. Admiro el branding que se hace allí, y su manera de comunicar. Desde grandes marcas hasta las nuevas generaciones siento que saben transmitir muy bien los valores de la artesanía y su atmósfera”, afirma. En parte por eso y en parte porque descubrió Cas Deià –una marca joven de joyas de espíritu 100% mediterráneo que “me conquistó nada más verla”–, Larsen incorporó a su equipo a Daniel Rodríguez. Él fundó Cas Deià en 2020, un proyecto que ha dejado en manos de su equipo para convertirse en director creativo y socio de Caintè.
“Desde que entré en la compañía la impregné de un nuevo espíritu. Me encargué de darle una nueva identidad, de la parte visual, hacer rebranding, rediseñar la web…”, explica el emprendedor y empresario, quien desde 2024 es también COO de la firma danesa. Rodríguez reconoce que, al contrario que otras pequeñas empresas sobradas de corazón y faltas de organización empresarial, Caintè contaba ya con unas bases muy asentadas. “Me encontré con un producto de mucho nivel (piensa que siempre ha dado garantía de por vida) y mucho gusto, así como con una gran profesionalización, pero le faltaba algo…”, señala. Ese ‘algo’, que Daniel ha impulsado en los últimos meses y ha tomado forma en seis exitosas colecciones, ha terminado de dar el empujón que le faltaba a la marca.
Vender un estilo de vida
Mathias Larsen sostiene que la incorporación del español “ha elevado significativamente la presencia de Caintè. Le ha dado a la marca un aire de calidad con sus ideas, conocimientos y su toque personal”. De hecho, en los últimos 12 meses, han facturado 5,5 millones de euros en ventas y planean llegar a los 13 millones. Otro dato llamativo: en una semana se agotaron prácticamente todas las piezas de su nueva línea femenina. “El secreto no es otro que la comunicación. Tenemos un producto muy bueno, pero en vez de venderlo como tal, hablamos de un estilo de vida. Puro lifestyle. Esa es la clave del éxito de las marcas emergentes como esta”, apunta Rodríguez. Y adelanta que de aquí a final de año les gustaría adentrarse en el diseño de muebles, lámparas o sillas de acero y metal.
Bestsellers con nombre propio
Si hubiera que elegir la pieza más icónica de Caintè, Mathias y Daniel coinciden: el reloj Claude es la más exitosa y conocida. En acero, de diseño masculino, con bisel en pavé, numeración minimalista y con una gran relación calidad precio (sobre todo en la versión automática, que no supera los 800 euros) se convirtió en viral desde que se lanzó. Otra pieza de la más populares es el collar Original: una fina cadena de eslabón pequeño de la que cuelga un rectángulo liso.
Ambos diseños, atemporales, sencillos, pero diferentes, encajan a la perfección con esa conexión escandinava-mediterránea que ya se ha convertido en seña de identidad de la marca. “Es un mix muy especial. Porque en el norte de Europa se valora mucho la estética y el minimalismo; algo que encaja a la perfección con la parte más artesana y emocional de la herencia española”, reflexiona el director creativo. Por su parte, Larsen tampoco tiene dudas. “Al combinar estas dos influencias hemos creado algo que realmente me encanta. Caintè es la mezcla perfecta”.