Ana Guzmán, directora de Inversiones y de Impacto de Portocolom AV, comparte su visión transformadora sobre cómo su empresa está redefiniendo las finanzas con un enfoque en inversiones que benefician tanto a la sociedad como a los accionistas. Descubre su estrategia para medir y gestionar el impacto, identificar oportunidades emergentes y los consejos vitales para nuevos inversores en el campo.
PREGUNTA (P). Para comenzar, nos gustaría entender mejor la filosofía de Portocolom respecto a la inversión de impacto. ¿Podría explicarnos cómo define Portocolom una inversión de impacto y cuál es su importancia estratégica para la empresa?
RESPUESTA (R). Distinguimos dos tipos de inversiones: la inversión con impacto, a través de activos líquidos, y la inversión para impactar, mediante activos privados. La primera busca generar valor económico que beneficie a la sociedad y a todos los stakeholders, mientras que la segunda se enfoca en resolver problemas sociales o ambientales, generando además rentabilidades financieras. Hace seis años decidimos alinear el 100% de las inversiones de nuestros clientes con nuestros principios, considerando rentabilidad, impacto y riesgo, para reflejar sus valores y objetivos.
P. Uno de los mayores desafíos en la inversión de impacto es la medición y gestión del impacto en sí. ¿Cómo abordan este desafío?
R. Buscamos un equilibrio entre la rigurosidad de las mediciones y el impulso para las empresas, considerando cuatro aspectos clave: intencionalidad, adicionalidad, materialidad y medición. Estas respuestas alimentan nuestra Teoría de Cambio, que a su vez dicta los indicadores a seguir y gestionar. En la gestión de nuestras inversiones, añadimos valor de diversas maneras, desde supervisar métricas de impacto hasta analizar cadenas de suministro para mitigar riesgos ambientales o sociales. Utilizamos las Cinco Dimensiones del Impacto del Impact Management Project y los Objetivos de Desarrollo Sostenible como marcos para entender y medir el impacto en áreas como el medio ambiente, la dignidad humana y la prosperidad.
P. Especialmente interesante es el enfoque de Portocolom hacia empresas que se encuentran en un proceso de transición. ¿Cómo identifican y seleccionan a estas empresas?
R. Creemos que en el momento en que uno siente que no hay espacio para mejorar, deberían reconsiderar sus motivos en una industria como la nuestra, que está en constante evolución y en la vanguardia de todos los avances, oportunidades y desafíos que enfrenta la sociedad. Como dijo Klaus Schwab, presidente del Foro Económico Mundial y uno de los defensores de la economía consciente: “En el nuevo mundo, no es el pez grande el que se come al pez pequeño, es el pez rápido el que se come al lento”. Por lo tanto, estamos continuamente investigando, detectando nuevas tendencias, metodologías, refinando nuestra tesis e introduciendo nuevas formas de pensar en todo lo que hacemos. Otro de los principios que conforman la base de nuestro trabajo es que lo que no se mide no se mejora, y la medición es la que permite, entre otras herramientas, ver cómo las empresas no sólo se comprometen con lo que dicen sino que lo hacen: y si no son capaces de conseguir los resultados propuestos, ser capaces de explicar por qué, si se debe a factores endógenos o de mala planificación, o por el contrario a factores exógenos sobrevenidos ante los cuales la empresa no puede sino aprender de ellos y tratar de adaptarse de la manera más flexible posible.
P. Mirando hacia el futuro, ¿cómo ve Portocolom la evolución de la inversión de impacto? ¿Hay tendencias emergentes o áreas de interés particular en las que estén enfocando sus esfuerzos y recursos?
Observamos la evolución de la inversión de impacto con optimismo y compromiso, pero no exenta de riesgos y retos. Además de aspectos más de mercado como la identificación de temáticas de inversión a medio y largo plazo, o la implementación de nuevas metodologías de medición o reporte, en este momento estamos muy enfocados en tender puentes entre distintas regiones, y en concreto en acercar inversores y emprendedores de EE UU y Europa para ayudarles a dar escala. Vemos un futuro prometedor para la inversión de impacto, y estamos comprometidos a seguir siendo líderes en este campo, buscando constantemente nuevas oportunidades para generar un cambio positivo en el mundo.
P. Por último, para aquellos que están considerando entrar en el espacio de la inversión de impacto, ¿qué consejos le daría basados en su experiencia y aprendizajes en Portocolom?
Les aconsejaríamos definir con claridad sus objetivos de impacto. Además, comprender bien el panorama de la inversión de impacto, incluyendo las diferentes estrategias de inversión, métricas de impacto y marcos de evaluación disponibles. También, alinear las inversiones con sus valores y sus objetivos financieros, diversificar la cartera en diferentes sectores y regiones geográficas para mitigar riesgos y maximizar oportunidades, establecer un proceso de seguimiento del impacto generado basado en métricas claras y robustas, e intercambiar conocimientos con otros inversores de impacto, así como con expertos y organizaciones en el campo para enriquecer su proceso de inversión y mejorar el impacto de sus decisiones. Por último, tener paciencia y compromiso a largo plazo.