Una charla con Blanca Sorigué (Lérida, 51 años) basta para observar que es una persona enérgica, con un motivo para innovar y que empuja a los demás a mejorar en su trabajo. Con un liderazgo innato, reconoce que lo más difícil de ser directiva es la gestión de personas. También lo más gratificante. Se mueve en el mundo industrial desde hace más de 25 años. A sus 30 ya lideraba el Salón de la Logística y con más de 50 critica la discriminación por edad en el ámbito laboral. Desde 2018 es la directora general del Consorcio de Zona Franca de Barcelona (CZFB).
A pesar de su currículum cuando asumió el cargo se puso el foco en que era la primera mujer en dirigir esta entidad centenaria. “Esto me hizo reaccionar e impulsar acciones a favor de la igualdad de género en la empresa”, nos cuenta.
Según el informe Women in Business 2023 de Grant Thornton, sólo cuatro de cada 10 directivos en España son mujeres. ¿Preocupa la brecha de género?
Claro que preocupa. Los datos no engañan. Cuando deje de ser noticia ser la primera mujer en un puesto, significará que las mujeres estamos en la alta dirección. Siempre he pensado que el talento no tiene género, pero si no hubiera cuotas, estaríamos peor.
Su compromiso con la igualdad le llevó a crear en 2020 el Consejo de la Mujer de la Zona Franca.
Estamos en un sector muy masculinizado y es fundamental generar conciencia. Nos reunimos con los CEOS de las empresas de la región metropolitana -digo CEOS porque el 90-95% son hombres- para que sean proactivos y podamos ser uno de los polígonos industriales con la igualdad de género presente en la visión empresarial. En estos años, la mayor parte apuestan ya por ello, se aplica la Ley de Paridad y planes de igualdad, entre otras cosas.
¿La conciliación es un invento?
Las políticas existen, pero hasta ahora siempre se ha pensado la conciliación sólo si eres madre. Debería ser igual si no quieres serlo y conciliar con tu vida.
¿Qué es necesario para lograr la igualdad en el sector industrial?
Tiene que haber presupuestos e inversiones adecuadas para incentivar estas políticas de igualdad. Si no se impulsa desde la alta dirección es muy difícil. Tendría que haber igualdad, no solo por justicia, también porque es más rentable. Hay estudios que demuestran que una ejecutiva es más rentable en la alta dirección que un ejecutivo.
El sector STEM es clave en la industria. ¿Cómo fomentar una mayor presencia femenina en las carreras STEM?
Si las niñas de 8 a 12 años no empiezan a pensar que de verdad ellas pueden programar un robot, es imposible conseguir la igualdad de género. Si no llegan a seleccionar esta carrera tecnológica, no forman parte de la bolsa de posibles talentos del mercado.
Acercan a las niñas a las empresas del CZFB con la iniciativa Feel the ZF Power.
Trabajamos con escuelas públicas para que niños y niñas vean su día a día. Es muy importante abrirles la mente para que tengan las mismas oportunidades. Les ayuda también a tener referentes al ver, por ejemplo, un laboratorio con biólogas haciendo experimentos. Salen diciendo: “Yo también quiero programar un robot”. Faltan políticas bien dirigidas porque no se está haciendo suficiente caso a las niñas.
Más proyectos: la 4ª edición de la Barcelona Woman Acceleration Week.
Es otra de las acciones que hacemos porque lo que no se ve, no existe. Tendremos 60 ponentes para hablar de la presencia de la mujer en los altos cargos públicos, el mundo audiovisual, los recursos humanos, la falta de cargos directivos en el sector salud, el talento joven, etc. Nos gusta mezclar todo tipo de públicos porque en la mezcla encuentras grandes soluciones.
También llevan los Objetivos de Desarrollo Sostenible por bandera.
Incidimos en el 5, igualdad, y otros como las alianzas para trabajar. Tenemos que tener la visión de colaborar y no de competir. Todos nos necesitamos. Ya se vio en plena pandemia.
Ahí nació el centro de innovación 4.0 DFactory Barcelona.
Es un edificio de 17.000 m2 con más de 30 empresas y con una capacidad de atracción de talento espectacular. Hablamos de despuntar en innovación con IA, robótica, etc. Estamos atrayendo a grandes corporaciones que invierten en tecnología.
¿Qué retos tiene encima de la mesa?
El diseño de nuestro segundo plan estratégico, que incluye sostenibilidad económica e impacto medioambiental. También ser referentes en la industria 4.0.
Ha trabajado siempre en el sector industrial, muy masculinizado. ¿Ha tenido algún problema por el mero hecho de ser mujer?
Problemas no, porque los soluciono, pero sí ciertas situaciones. En Argelia, por ejemplo, no era interlocutora válida por ser mujer. En otros mercados te preguntan “¿cuándo va a llegar tu jefe?” o “¿cómo has llegado aquí?”.
Un mensaje para las niñas, líderes del futuro.
Que crean en sí mismas.