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Forbes 10 | Globant, los aciertos para pasar de startup tecnológica a gigante de la consultoría

La trayectoria de Patricia Pomies es tan meteórica como la de Globant, donde llegó en 2013. “Seis meses antes de salir a la Bolsa de Nueva York. Fue un momento de muchísima adrenalina y muchísima responsabilidad porque estábamos convirtiendo una empresa argentina (por entonces, la única tech de América Latina en Wall Street) en algo global”, recuerda la directiva, quien señala esa fecha como decisiva en el desarrollo del grupo.

Tras pasar por el área de educación y tecnología, ocupó varios puestos directivos hasta, en 2021, asumir el liderazgo de las operaciones. Un ascenso casi paralelo al de Globant, que nació en 2003 de la mano de cuatro amigos reunidos en un bar que soñaban con ser la mejor compañía de desarrollo de software. Hoy, con 27.000 profesionales –o Globers– en 30 países del mundo y unas cifras de negocio que crecen, de media, un 20% anual, desarrolla proyectos para Disney, LinkedIn o los LA Clippers. “Desde aquella estrategia, escrita en una servilleta, la compañía no ha parado de reinventarse; eso es lo más interesante de su ADN”, señala. Su forma de gestionar el talento es un gran ejemplo.

“Los Globers están en la punta de la pirámide, y en la base, el nivel directivo”, explica Pomies. El desarrollo de carrera, trabajar en equipo y la organización por nodos de conocimiento son también fundamentales para ofrecer soluciones innovadoras a los partners, como aplicar ideas de gaming a las finanzas. Otro valor diferencial de Globant es su compromiso con la sostenibilidad y la diversidad a través de su programa Be Kind. “Lo impregna todo, desde la ética en el manejo de datos, a las becas para incorporar mujeres o la recuperación de la huella de carbono”, resume. Respecto al futuro, Pomies tiene claro que seguirán a la vanguardia de cualquier avance tecnológico, “pero, sobre todo, seguiremos siendo agentes de cambio”.

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