Es un honor y un gran compromiso contribuir al crecimiento de un árbol majestuoso si el árbol, además, es sinónimo de diseño, calidad y tradición ‘Made in Italy’ e icono de la industria del mueble.
Pasquale Junior Natuzzi habla de su padre con admiración. Con seis décadas de historia y el reconocimiento internacional, la marca ha encontrado en su director creativo y de marketing a un visionario con derecho propio. Pasquale ha dado en la tecla al combinar las raíces de la marca (confort, elegancia italiana y diseño moderno) con la nuevas necesidades: bienestar, conexión emocional y experiencia de producto.
Y quizá pueda parecer sencillo aunar tradición y vanguardia, pero lo cierto es que hay que saber venderlo.
“Creamos un nuevo confort, convencidos de que el diseño puede estimular momentos de conexión únicos”
Natuzzi siempre ha sido un estilo de vida con alma rodeada de olivos, limoneros, artesanos al sol de Apulia, pero hoy, justo en el tacón de la bota italiana, lo que marca el paso firme de la empresa global es la innovación. “Creamos un nuevo confort, nuestros sofás se adaptan de forma ergonómica a cómo se mueve el cuerpo, pero también para tu vida sedentaria a lo que necesitas en el día a día, pensamos que el diseño puede estimular momentos de conexión únicos”.
En Natuzzi, los sofás son hoy diseño y funcionalidad, un espacio inmersivo y sostenible con materiales de alta tecnología en estructura, fibras innovadoras, y mecanismos ergonómicos evolucionados que redefinen la palabra armonía. Su colección, Wellbe, resume el diseño orientado a la relajación, ofreciendo un espacio de bienestar físico y mental.
En medio de la estanflación y un mundo impredecible, a Pasquale Junior le sobran ideas para el negocio, entre ellas “seguir creciendo la marca hacia el mercado del estilo de vida, en hoteles y entretenimiento”, todo ello, eso sí, con la belleza mediterránea incluida.