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Santísima Trinidad, la esencia de Cuba en una botella

El primer ron suave elaborado con aguardiente de primera calidad, Santísima Trinidad, es tan cubano que no solo cumple sino que excede los requisitos de la denominación de origen protegida de ron cubano. "Nuestro aguardiente es de una calidad excepcional. Procede de melazas seleccionadas y además pasa por un largo proceso de envejecimiento y purificación. Esto le proporciona al ron un perfil organoléptico más delicado y sutil. Por eso decimos que Santísima Trinidad es el primer ron cubano suave".
Santisima-trinidad

Quienes ya han estado allí, siempre quieren regresar; y quienes no lo conocen, arden en deseo de hacerlo: Cuba, ese país del Caribe que jamás pasa de moda, porque no se puede reducir, resumir ni abreviar, jamás deja indiferente al viajero. Y a pesar de que su capacidad artística (qué música…), su atemporal arquitectura, sus mágicas calles, sus paradisíacas playas y su magistral forma de entender la vida no caben en una botella, su esencia sí: estamos hablando de Santísima Trinidad de Cuba, un ron (su ron) que destila, además, el talento de los maestros roneros de la nación.

Elaborar allí esta famosa bebida es, obviamente, representar a la isla y hablar en nombre de su pueblo. Y de ahí que el país se tome tan en serio y controle tanto los procesos de producción: de ello se encargan los maestros roneros, expertos cultivados en todas las materias del ron, desde el destilado hasta el blending y el envasado.

Suave y ligero, así es Santísima Trinidad

Sí, Santísima Trinidad, como todos los licores cubanos, se produce con aguardiente, lo que le confiere al ron de la isla un carácter más agresivo que el de otras latitudes en las que no se le añade. Sin embargo, sobresale por encima de los demás: es auténtico, porque contiene aguardiente, pero notablemente más suave que el resto, porque su composición es más delicada y sutil. Su mezcla final se re-envejece en una etapa de nivelación (así es como la denomina el maestro ronero), en la que se integran y armonizan los diferentes alcoholes.

Y su gama está compuesta por tres productos diferenciados entre sí por sus años de añejamiento, lo que se traduce en tres sabores genuinos. El maestro ronero de la casa selecciona cuidadosamente cada líquido supervisando las distintas etapas de añejado: Santísima Trinidad 3, de color ámbar claro; Santísima Trinidad 7, de color ámbar brillante; y Santísima Trinidad 15, de color ámbar oscuro. O con otras palabras: tres experiencias diferentes.

Santísima Trinidad 3

Creado especialmente para ser utilizado en coctelería, recrea el espíritu de lo que tradicionalmente han sido los rones de la mixología clásica cubana: los mojitos, los daiquiris y otras muchas mezclas siempre se han realizado con rones de una edad de añejamiento máxima de tres años.

Se produce en dos etapas de añejamiento. Primero los aguardientes son reposados en barricas de roble blanco americano que habían sido de whisky bourbon y posteriormente estos son utilizados para la fórmula de rones bases, aquellos que se vuelven a añejar por un mínimo de tres años, que son mezclados con otros de edades superiores, lo que aumenta su calidad.

Nota de cata

Aspecto: de color ámbar claro, brillante, limpio y transparente.

Aroma: de olor peculiar, suave y balanceado. Presenta un sólido aroma de madera de roble, con matiz y tonalidad propias de la evolución y concentración de taninos transformados al oxidarse.

Sabor: añejamiento ligero, bien evolucionado. Dulzor ligeramente perceptible.

Sensación al tragar: Cuerpo pleno, suavidad marcada, ligero dulzor y sabor a madera, sin llegar a sentir aspereza ni picor en el retrogusto.

Santísima Trinidad 7

Se produce en dos etapas de añejamiento. Primero los aguardientes son reposados en barricas un mínimo dos años y posteriormente estos son utilizados para la fórmula de rones bases, aquellos que vuelven añejarán por largo tiempo, y serán utilizados en diferentes proporciones según su edad de añejamiento, en la fórmula del producto final.

Nota de cata

Aspecto: Color ámbar, brillante, deja pasar la luz con notable destellos.

Aroma: Propio de ron de gran añejamiento en barriles de roble, equilibrio correcto entre sus componentes, ligeramente dulce, recuerda el olor a ciruelas pasas, con uvas maduras deshidratadas.

Sabor: Franco añejamiento, madera, bien evolucionado, dulzor ligeramente perceptible, combinado con tonos de vainilla y almendras dulces secas.

Sensación al tragar: Líquido de mediana viscosidad en el paladar, llena el paladar dejando ligero picor balanceado con una ligera nota amarga, pero sin llegar a ser irritante.

Santísima Trinidad 15

Se elabora en tres etapas de añejamiento, con la quietud de quien espera conseguir su máxima elegancia en el sabor, en el color y en el aroma. En la primera etapa los aguardientes son añejados por un tiempo mínimo de cuatro años, antes de formar parte de las mezclas de los rones bases; y estos rones bases formados con aguardientes y alcoholes destilados de caña son envejecidos en las bodegas durante 3, 7, 15 o 25 años, hasta lograr los perfiles organolépticos deseados. El ron extra añejo resultante se guarda de nuevo en barricas apagadas para, después, pasar a una tercera etapa de añejamiento en la que se redondean todos los componentes.

Nota de cata

Aspecto: Ámbar oscuro, brillante, limpio, transparente.

Aroma: Predomino pleno de las notas de añejamiento profundo, prolongado aroma de madera, notas de tueste caramelizado, frutos deshidratados como ciruela y uvas pasas, con fragancia ligeramente dulce.

Sabor: Balsámico largo, muy untuoso, de mediano dulzor y con un ligero amargor integrado dentro de una combinación de sabores de madera, almendra y nueces.

Sensación al tragar: De cuerpo franco robusto, llena muy bien el paladar, fogoso, notas ligeramente amargas y de final largo y persistente.

Disfruta de un consumo responsable. 40,7º

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