El consejero delegado de Endesa, José Bogas, encara un 2022 cargado de retos. La revolución de los precios de la electricidad, el renacer del debate sobre el modelo energético y las tensiones geopolíticas demanda un paso al frente en el que el sector debe ser el protagonista.
PREGUNTA. Llevamos meses sufriendo el aumento de los precios de la electricidad. Según sus previsiones, ¿hasta cuándo se prolongará?
RESPUESTA. El precio inusualmente alto de la luz se mantendrá probablemente durante el primer semestre del año, si bien esperamos que la situación tienda a normalizarse durante el segundo semestre de 2022. La energía en el mercado mayorista está cara por dos factores que están fuera del control del Gobierno y de las compañías eléctricas, el precio del gas y el de los derechos de emisión de CO2. Este último factor es una decisión política de la Unión Europea y su impacto en la subida del precio eléctrico es la cuarta parte que el del gas, que depende del entorno geopolítico.
P. Parte de la culpa de ese rebote de la electricidad la tiene el peso que las centrales de ciclo combinado tienen sobre el ‘mix’ energético. En un clima de tensiones geopolíticas ¿cómo podemos independizarnos del gas?
R. La solución es dirigirnos con firmeza hacia un horizonte eléctrico, renovable, sostenible y, por tanto, descarbonizado. Se están dando pasos en la dirección correcta. Los fondos europeos son una oportunidad histórica para afianzar este despliegue. En Endesa estamos contribuyendo en la parte que nos corresponde, liderando la transición energética en España y elevando la ambición de nuestros propios objetivos.
P. Ese incremento de los precios ha reabierto un viejo debate. Francia ha apostado por la energía nuclear para lograr la independencia en los próximos años, ¿acierta España avanzando hacia el modelo de las renovables?
R. Rotundamente, sí. Si queremos tener un futuro, y no le estoy hablando del largo plazo, sino del corto, sólo puede pasar por la sostenibilidad. Estamos ante dos realidades simultáneas: la crisis climática, que nos exige respuestas globales urgentes, y la transición energética, la mayor revolución del sector en su historia reciente. La primera hace que la segunda sea una obligación no sólo económica, sino social y ética. Esta vez creo que España puede ser protagonista.
P. La descarbonización implica el cierre de varias centrales térmicas. De ellas dependen los empleos y la actividad económica de las zonas en las que están ubicadas, ¿tienen planes para minorar los efectos de estos cierres?
R. Del mismo modo que el futuro será sostenible o no será, la transición energética, será justa o no será. Endesa lleva 80 años ligada a la prosperidad de muchas regiones de España a través del carbón y lo va a seguir siendo ahora que el futuro lo marcan las energías limpias. En los procesos de cierre de centrales seguimos la una lógica: ni nos vamos ni nos desentendemos, sino que trabajamos con la sociedad civil y las comunidades locales para crear un futuro sostenible para todos.
P. En España hay 16,2 millones de hogares acogidos al mercado libre que han conseguido escapar de la volatilidad del mercado eléctrico. A la hora de renegociar las condiciones de su contrato, ¿sufrirán los efectos de esa espiral de los precios en el pool?
R. Los clientes del mercado libre han podido capear esta situación de extrema volatilidad con precios estables y sin sobresaltos. De hecho, con las bajadas de impuestos muchos han pagado menos que en el año anterior. Habrá que hacer ajustes en algún momento, pero desde Endesa se está haciendo un esfuerzo por mitigar el impacto en los clientes. Cuando los clientes contratan tienen garantizados al menos un año o incluso dos en algunas tarifas.
P. El año ha estado marcado por la erupción del volcán de La Palma, ¿cómo puede ayudar Endesa a los afectados?
R. Cumbre Vieja se llevó 136 kilómetros de red por delante, destruyó el anillo eléctrico que unía el norte con el sur de la isla y aun así el suministro eléctrico nunca se interrumpió. En los momentos de crisis es cuando las empresas deben estar a la altura. Y Endesa lo ha estado desde el primer día, y lo sigue estando ahora en la reconstrucción, a la que destinaremos diez millones de euros. Ha sido emocionante comprobar el trabajo de nuestros empleados para que no faltara la energía cuando era más necesaria que nunca. Han asegurado el suministro a barrios, además, a los pocos días de iniciarse la erupción, Endesa puso en marcha medidas de apoyo para aplazar o fraccionar pagos.
P. La RSC es imprescindible para el desarrollo socioeconómico, sin embargo, no todas las empresas apuntan en la dirección más adecuada, ¿hacia dónde dirige su compromiso social Endesa?
R. Cuanto mayor sea el tamaño de una empresa, mayor debe ser su compromiso. Endesa y su Fundación están alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible sobre todo el 13, acción por el clima, y con otros seis que marcan metas y objetivos, poniendo a las personas en el centro. Por eso impulsamos iniciativas sociales que minimizan las barreras económicas a colectivos vulnerables como el bono social. Nuestro compromiso público es alcanzar los 4,1 millones de beneficiarios en este tipo de proyectos para el periodo 2015-2030.
P. Por último, uno de los patrocinios más potentes es el de la Liga Endesa, ¿Hasta dónde llega el compromiso con el deporte?
R. Nuestra línea de patrocinio va mucho más allá de firmar contratos o poner nombres a competiciones. Tenemos un propósito, acompañar a la sociedad en los temas que le importan. Y el deporte y la cultura son dos pilares fundamentales de un país repleto de talento. Gracias al baloncesto y a nuestros acuerdos con ACB (Liga Endesa, Mini Copa Endesa, FEB y Liga Femenina Endesa) promovemos hábitos saludables y valores a través de un deporte admirable.