Y es bastante posible que nunca experimentes que se siente haciendo esto, pero puedes dejar de sentir que no lo intentas evitando estas cuatro razones y aplicando estas premisas.
No sabes cómo funciona el dinero.
crees que sabes cómo se han conseguido las grandes fortunas, pero no es así. Interioriza premisas de economía para saber cómo se obtiene, dónde se crea y cómo se invierte. Para ello puedes leer manuales de grandes millonarios que se hicieron a sí mismos.
No valoras la educación
Sí, lo sabemos, vives ocupado, pero tendrás que hacer un esfuerzo. La gente que amasa grandes fortunas no para de aprender y estudiar, de hecho, muchos estudian carreras paralelas para complementar los conocimientos que le dieron su patrimonio. Aplícatelo.
No inviertes –o no sabes cómo hacerlo-
Crees que vives al límite de tu presupuesto, pero no es así. Los millonarios supieron vivir con menos de lo que necesitaban para, con un poco cada mes, poner a trabajar ese capital por ellos.
No recoges activos
Seamos sinceros, un trabajo nunca te hará rico. Por ello, invierte lo que puedas en activos. Éste es un recurso con valor económico que un individuo adquiere sabiendo que le rentará beneficios en un futuro. Ya sea unas acciones o una camioneta para alquilar. Encuentra tu “activo”.