1. Buscar culpables. Es imposible controlar los comportamientos y actitudes de los demás pero no por ello debes pensar que todo el peso de tus fracasos es siempre culpa de los demás. Afrontar tu parte de la culpa ayudará a analizar con objetividad los fallos que has tenido y podrás evitarlos en un futuro.
2. Distraerse con las redes sociales. Las plataformas sociales no son un punto negativo de por si pero la pérdida de habilidades de escritura, de falta de creatividad y de estar siempre en multitarea ayudan a aumentar la desmotivación. Debes utilizar tus perfiles de forma controlada.
3. Ver el vaso medio vacío. Tener una visión pesimista de todo lo que te ocurre sólo consigue que el camino hacia tus metas se haga más largo y lento. Sólo tú controlas tu energía y tu pensamiento y tener un sentimiento positivo hacia lo que estás haciendo es fundamental para que salga adelante. Si algo merece la pena lucha para conseguirlo.
4. Fijan metas irreales. Ser ambicioso es una característica positiva a la hora de moverse en el mundo de los negocios pero no debes soñar despierto y fijarte objetivos imposibles, establece pequeños retos y vete cumpliéndolos paso a paso para avanzar en tu camino. Ver que vas consiguiendo todos los logros que te vas marcando te cargará de ganas de seguir adelante.
5. Menospreciarse. Si tú mismo te llenas de desmotivación creyendo que te falta talento y creatividad no podrás llegar a ningún sitio. Céntrate y piensa en las cualidades que te hacen diferente y en las que destacan. Llénate de pensamientos positivos.
6. Desaprovechar las oportunidades. La suerte está para quien la busca, si estás demasiado ocupado lamentándote y creyendo que no lo conseguirás es imposible que la veas. Las oportunidades llegarán cuando tú salgas a buscarlas.
7. Desperdiciar el tiempo. El bien más valioso que posees es tu tiempo así que organízate y planifícalo de forma correcta. Administrarlo bien conseguirá que le saques mucho más partido del que te puedas imaginar. Si sientes que controlas tu tiempo te sentirás más motivado y con capacidad para llegar a donde desees.
8. Olvidar los beneficios. Centrarte sólo en la parte negativa de un proyecto o trabajo no te ayuda a sacarlo adelante. Puede que algunas épocas sean más duras y difíciles pero no por ello debes perder de vista las recompensas finales que tendrá terminar ese trabajo de la mejor manera posible. Los beneficios a largo plazo están ahí, esperándote.
9. Falta de esfuerzo. No hay ningún trabajo en el que consigas una gratificación inmediata sin tener que poner empeño y esfuerzo así que no te desanimes y distraigas a la primera y sé persistente con lo que debes hacer.
10. No tener hábitos. Prueba a establecer rutinas más pequeñas porque dan mejores resultados. Los hábitos que adquieras progresivamente te ayudarán a ganar confianza y motivación y al final conseguirás llegar a las metas que te propongas, igual que pasará en tu ámbito profesional.