La inteligencia artificial ha catapultado la fortuna de magnates estadounidenses como Sergey Brin, de Alphabet, empresa matriz de Google, y Jensen Huang, de Nvidia, a niveles estratosféricos, y ahora también impulsa a magnates chinos. Wang Weixiu , fundador de Zhongji Innolight, vio su patrimonio neto aumentar un 400 % este año, hasta los 13 000 millones de dólares, gracias al vertiginoso aumento de la demanda de los dispositivos ópticos de su empresa.
Wang, quien renunció a la presidencia de Zhongji Innolight en 2023, aún obtiene su patrimonio neto principalmente de una participación en la compañía, según estimaciones de Forbes . El hombre de 75 años tenía una fortuna de 2.600 millones de dólares cuando Forbes calculó su riqueza para la Lista de Multimillonarios del Mundo en marzo. Desde entonces, las acciones de Zhongji Innolight, que cotizan en Shenzhen, se han disparado más de cinco veces.
El auge reciente ha dado lugar a un segundo multimillonario en la compañía, con sede en Yantai, provincia oriental china de Shandong. Liu Sheng, presidente y director ejecutivo de Zhongji Innolight, de 54 años , ha visto su patrimonio neto alcanzar los 2.700 millones de dólares, basado principalmente en su propia participación en la compañía, según estimaciones de Forbes. Zhongji Innolight se prepara para una venta de acciones en Hong Kong, según anunció la compañía en una presentación a la bolsa de valores en noviembre. Planea recaudar más de 3.000 millones de dólares, según Bloomberg News. La firma no respondió a las solicitudes de comentarios.
Tras este espectacular repunte se encuentra la vertiginosa demanda de sus transceptores ópticos, que se utilizan en centros de datos de todo el mundo, según explica por teléfono Arthur Lai, director de investigación tecnológica de Macquarie Capital, con sede en Hong Kong. Clientes como Google y Nvidia se esfuerzan por asegurar un suministro suficiente, ya que se prevé que el gasto en IA, incluyendo el destinado a infraestructuras como centros de datos, alcance los 375 000 millones de dólares para finales de año y supere los 3 billones de dólares en 2030.
Los transceptores, o componentes electrónicos típicamente del tamaño de una memoria USB, convierten las señales eléctricas en ópticas y viceversa para una transmisión de datos mucho más rápida que los cables de cobre tradicionales. Dado que el entrenamiento de la IA requiere procesar enormes cantidades de datos, el hardware, compuesto por diminutas placas de circuitos y controladores láser, desempeña un papel cada vez más crucial, ya que ayuda a aumentar la velocidad y reducir la latencia. Estos productos son especialmente importantes hoy en día, ya que los centros de datos pueden alcanzar millones de metros cuadrados, lo que exige una transmisión de datos fiable a largas distancias.
La tecnología de Zhongji Innolight es la mejor del mundo en términos de velocidad y fiabilidad, afirma Lai. Entre sus competidores se encuentran Eoptolink y TFC Communication en China y Lumentum en EE. UU. En una nota de investigación de octubre, los analistas de Nomura, Duan Bing y Ethan Zhang, calificaron a la empresa como «el fabricante número uno mundial de transceptores para centros de datos» y afirmaron que «superó a sus competidores» en el tercer trimestre de 2025.
«Zhongji Innolight seguirá superando a la industria y obteniendo más participación de mercado», dice Lai de Macquarie Capital, señalando la escala actual de la empresa y la continua demanda de sus productos.
En los primeros nueve meses de este año, las ventas de la compañía aumentaron un 44,4 % interanual, alcanzando los 25 000 millones de yuanes (3500 millones de dólares), según sus últimos resultados financieros. Los ingresos netos aumentaron un 90 % con respecto al año anterior, hasta los 7100 millones de yuanes, según los resultados. El mercado global de transceptores crecerá a una tasa anual del 70 % hasta alcanzar los 40 000 millones de dólares en 2028, según estimaciones de Macquarie Capital.
El multimillonario Wang probablemente tenga que agradecer a un acuerdo de 2016 el haber tenido a Google como cliente clave. Extécnico en una fábrica estatal, fundó Shandong Zhongji Electrical Equipment hace casi cuatro décadas, en 1987. En aquel entonces, la empresa no tenía mucho que ver con la alta tecnología, ya que se dedicaba principalmente a la fabricación de motores para lavadoras, según informes de medios locales.
Pero como las ganancias cayeron en un mercado cada vez más saturado, presionando el precio de las acciones de la compañía después de su oferta pública inicial de 2012 en Shenzhen que recaudó 1.600 millones de yuanes, la diversificación estaba en la mente de Wang.
En 2016, la empresa de Wang adquirió el fabricante de dispositivos ópticos Innolight Technology, fundado por Liu, actual presidente y director ejecutivo de Zhongji Innolight, en una operación de 2.800 millones de yuanes. La startup —la primera inversión de Google Capital en China— aún necesitaba financiación adicional para sostener sus esfuerzos de investigación. Liu, ingeniero formado en la prestigiosa Universidad Tsinghua de China y el Instituto Tecnológico de Georgia (EE. UU.), se convirtió en director ejecutivo de la entidad fusionada en 2017 y presidente en 2023. La empresa también cambió su nombre a Zhongji Innolight en 2017. El hijo de Wang, Wang Xiaodong, es director y vicepresidente ejecutivo de la empresa.
Innolight Technology ya contaba con Google como cliente en 2011, mientras el gigante tecnológico estadounidense construía más centros de datos en todo el mundo, según un artículo publicado en octubre por la Universidad de Tsinghua para homenajear a sus exalumnos. La estrecha colaboración con Google probablemente ayudó a la empresa a perfeccionar su tecnología a lo largo de los años, afirma Lai de Macquarie Capital.
Sin embargo, Shen Meng, director gerente del banco de inversión boutique Chanson & Co., con sede en Pekín, advierte en mensajes enviados por WeChat que la demanda de los productos de Zhongji Innolight podría no durar para siempre. La preocupación por las elevadas valoraciones de las empresas de IA está aumentando, y su inversión en infraestructura relacionada podría no ser rentable.
En medio de la rivalidad entre China y EE. UU., CMB International destacó las incertidumbres geopolíticas y arancelarias como riesgos clave en una nota de investigación de noviembre. Lai, de Macquarie Capital, cree que estos riesgos pueden gestionarse, ya que la compañía abastece a clientes extranjeros desde su fábrica en Tailandia, que inició operaciones en 2022.
Lai considera que una tecnología emergente podría alterar el negocio de Zhongji Innolight. La llamada óptica coempaquetada (CPO), que consiste en agrupar varios transceptores ópticos para mejorar el rendimiento, podría reducir la necesidad del producto. Sin embargo, enfatiza que esta tecnología, actualmente liderada por Broadcom, que cotiza en el Nasdaq, aún se encuentra en una etapa inicial. «Si eso sucede, lo cual no creo que suceda a corto plazo, afectará a los fabricantes de transceptores», afirma.
