Marqués de Murrieta, una de las casas pioneras del vino en La Rioja, ha sido reconocida como la mejor bodega de Europa y la tercera mejor del mundo en el ranking The World’s 50 Best Wineries 2025, elaborado por la edición americana de Forbes. El listado evalúa factores como el prestigio de los vinos, la relevancia histórica de cada bodega, la calidad de su propuesta enoturística y el compromiso medioambiental y social.
Entre los aspectos más valorados por este ranking destacan las altas puntuaciones otorgadas por la crítica internacional a sus últimas añadas, así como la satisfacción de los visitantes reflejada en plataformas como Tripadvisor o Google. También se han tenido en cuenta las certificaciones de calidad y las medidas de sostenibilidad implementadas.
“Este extraordinario reconocimiento nos llena de orgullo y refuerza nuestro compromiso con la excelencia”, afirma Vicente Dalmau Cebrián-Sagarriga, presidente de Marqués de Murrieta, quien subraya su deseo de seguir llevando “el nombre de Rioja y de España a lo más alto”.
Fundada en 1852 por Don Luciano Murrieta, la bodega pionera de Rioja representa el origen de los vinos finos de la región. Desde 1983 está dirigida por la familia Cebrián-Sagarriga, que ha consolidado su prestigio internacional con hitos como los 100 puntos Parker en varias añadas y galardones del calibre de “Mejor Vino del Mundo” para Castillo Ygay 2010 (Wine Spectator) o “Mejor Bodega del Mundo” (Great Wine Capitals).
En la clasificación global de Forbes, Marqués de Murrieta se posiciona como la bodega europea mejor valorada, solo por detrás de la chilena Santa Rita y la australiana Magill Estate, reforzando su papel como referente internacional y embajadora de la marca España.
En ella destacan cómo en los pliegues ocres de la Rioja Alta, remonta su linaje a la figura de Luciano de Murrieta, elaborador del que se considera el primer vino fino de Rioja. Esta figura clave en la historia de esta región vitivinícola fue asimismo el primero en exportar sus joyas fuera de España.
El corazón de esta bodega, tal y como explica la edición americana de Forbes, es Finca Ygay, un viñedo de 300 hectáreas coronado por un château del siglo XIX restaurado. “Allí, las barricas centenarias se encuentran con el tempranillo vendimiado a mano, y el legendario Castillo Ygay Gran Reserva —en su día nombrado el mejor vino del mundo— continúa su legado. Los visitantes atraviesan los arcos de piedra neoclásicos del château antes de emprender un paseo privado por los viñedos de Finca Ygay, explorar el museo del vino de la propiedad (ubicado en la sala de fermentación original) y disfrutar de catas guiadas de Castillo Ygay Gran Reserva en las elegantes salas de degustación del château”, relatan desde Forbes USA.
