España se prepara para cerrar la década con un hito fiscal: su déficit público, proyectado en torno al 2 % del PIB, será inferior al de Alemania por primera vez en casi 20 años. Este dato marca un cambio histórico en la dinámica fiscal de ambos países y refleja la consolidación de la economía española tras años de desequilibrios estructurales. España marca un récord que indica claramente el crecimiento del país, que actualmente está impulsando a Europa hacia ritmos positivos.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía española seguirá creciendo por encima de la media de la zona euro al menos hasta 2030, lo que permitirá mantener la tasa de paro por debajo del 11 % y reducir gradualmente el déficit. Sin embargo, la deuda pública seguirá siendo elevada, por encima del 92 % del PIB, un nivel que limita la capacidad de maniobra ante posibles crisis.
La comparación con Alemania es significativa: mientras España logra que su déficit sea menor, Alemania proyecta un incremento de su déficit al 3 % del PIB en los próximos años, junto a un endeudamiento que se acercará al 80 % del PIB para 2029. Esto refleja una situación inversa a la tradicional, donde Alemania servía de referencia de estabilidad fiscal y España mostraba mayores desequilibrios.
El buen desempeño fiscal español se ha apoyado en un crecimiento robusto impulsado por el consumo interno, el turismo y la exportación de servicios, así como en una gestión del gasto público más eficiente. Aun así, los analistas advierten que la deuda elevada y los retos estructurales, como la productividad y el envejecimiento de la población, seguirán siendo desafíos clave para mantener la sostenibilidad a largo plazo.
Por primera vez en dos décadas, España supera a Alemania en términos de déficit, un logro simbólico que refleja la mejora de sus finanzas públicas. Sin embargo, mantener este equilibrio sin comprometer crecimiento e inversión seguirá siendo el verdadero reto de cara a la próxima década.
