Warren Buffett continúa ajustando su legendaria cartera. El magnate de 95 años, considerado uno de los inversores más influyentes del siglo XX, vendió otros 6.100 millones de dólares en acciones ordinarias durante el tercer trimestre del año, según informó Berkshire Hathaway. Es el tercer año consecutivo en el que el “Oráculo de Omaha” opta por deshacerse de posiciones, reflejando su cautela ante los altos precios del mercado bursátil.
Con esta última operación, el conglomerado acumula alrededor de 184.000 millones de dólares en ventas de acciones en los últimos tres años. A cambio, su reserva de efectivo alcanzó un récord histórico de 382.000 millones de dólares, un reflejo de la prudencia que ha caracterizado a Buffett durante sus más de seis décadas al frente de Berkshire. A esta cifra se suman 23.000 millones adicionales en bonos del Tesoro a corto plazo.
A pesar de la abultada liquidez, la compañía no ha recomprado acciones propias por quinto trimestre consecutivo. Tampoco ha concretado grandes adquisiciones, salvo un movimiento reciente: la compra del negocio petroquímico de Occidental Petroleum por 9.700 millones de dólares, un acuerdo impulsado por Greg Abel, el ejecutivo canadiense que asumirá la dirección general en enero.
El relevo marca el final de una era. Desde que Buffett anunció su retiro, las acciones de clase A de Berkshire han retrocedido alrededor de un 12%, mientras el S&P 500 avanzó un 20%. Aun así, algunos inversores mantienen la fe. “Greg está perfectamente preparado para tomar las riendas”, aseguró Chris Bloomstran, presidente de Semper Augustus Investments, uno de los accionistas de la firma.
Buffett, por su parte, pidió a los accionistas enfocarse en las ganancias operativas, que crecieron un 34% hasta 13.500 millones de dólares impulsadas por el sólido desempeño del negocio asegurador. Aunque el legendario inversor se retira de la primera línea, su huella y su filosofía de valor a largo plazo seguirán marcando el rumbo de Berkshire Hathaway en los años por venir.
