Las tensiones entre China y Estados Unidos han vuelto a subir de tono tras acusaciones cruzadas sobre un supuesto incumplimiento de la tregua comercial acordada a mediados de mayo. Pekín acusa a Washington de romper el trato y advierte que tomará medidas firmes para defender sus intereses si continúa la presión estadounidense.
Todo comenzó tras el acuerdo firmado en Ginebra, donde ambas potencias acordaron bajar aranceles y facilitar la exportación de tierras raras minerales clave para la industria tecnológica. Sin embargo, Estados Unidos expresó su molestia por la lentitud en las entregas por parte de China, mientras que el gobierno chino aseguró estar cumpliendo lo pactado y, por el contrario, acusó a EE. UU. de actuar con hostilidad.
Según el Ministerio de Comercio chino, en las últimas semanas Washington ha tomado decisiones que dañan sus intereses, como sancionar el uso de chips de Huawei, restringir la venta de software a empresas chinas y cancelar visados a estudiantes del país asiático. Probablemente de todas las razones, estas tres son las más importantes para el Gobierno chino, que parece haber perdido la paciencia ante Donald Trump. China aseguró que tomará “medidas contundentes” si Estados Unidos no cambia su actitud.
Por otro lado, fuentes cercanas a la Casa Blanca reconocen que China sí ha autorizado algunos envíos de tierras raras, pero aún hay muchas solicitudes sin aprobar. Algunos funcionarios creen que los retrasos podrían deberse a temas burocráticos, aunque no descartan una intención política detrás.
Desde el gobierno estadounidense aseguran que el presidente Trump sigue de cerca la situación y que una llamada con el presidente Xi Jinping podría resolver las diferencias. Aunque no se ha confirmado la fecha, se espera que ocurra pronto.
La incertidumbre generada por esta nueva disputa tuvo un impacto inmediato en los mercados asiáticos. Las bolsas de Hong Kong y Japón sufrieron caídas, mientras que el valor del yuan bajó ligeramente.
Con este nuevo capítulo en la ya larga tensión comercial entre ambas potencias, el mundo vuelve a estar atento a los próximos movimientos de Washington y Pekín. ¿Será posible retomar el diálogo o estamos ante el inicio de una nueva escalada?
