La península ibérica empieza a retomar poco a poco la normalidad tras el apagón eléctrico masivo que este lunes 28 de abril afectó a millones de ciudadanos en España —con excepción de Canarias y Baleares— y Portugal. La caída del suministro, que colapsó infraestructuras, transportes, comunicaciones y centros de producción, se considera ya el peor corte eléctrico en la historia reciente de la región.
Desde las 12:00 horas de ayer, la falta de electricidad paralizó estaciones de trenes, aeropuertos, carreteras —con semáforos fuera de servicio—, comercios y edificios. También se registraron cientos de incidencias en ascensores. Aunque el sistema sanitario logró mantener su actividad crítica gracias al uso de generadores de emergencia, la disrupción afectó gravemente la movilidad y el funcionamiento diario de las ciudades.
Red Eléctrica (actualmente Redeia), la empresa pública responsable de la red, informó que la recuperación de la tensión comenzó a partir de las 13:00 horas en el norte y el sur de la península, permitiendo la progresiva restauración del servicio. El proceso ha implicado una energización paulatina de la red a medida que los grupos de generación se reconectaban.
A estas horas, todavía no existe una explicación oficial sobre el origen del apagón. El Gobierno español y el portugués mantienen abiertas todas las hipótesis, incluida la posibilidad de un ciberataque, que sigue siendo investigada por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) y las autoridades portuguesas.
En Madrid, el Metro ha reanudado su funcionamiento a partir de las ocho de la mañana de hoy, y el servicio de Cercanías comienza a recuperar su operativa de manera gradual. El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ha confirmado que los servicios de emergencia siguen atendiendo algunas incidencias relacionadas con ascensores, aunque en general la situación tiende a estabilizarse. La Dirección General de Tráfico (DGT) mantiene la recomendación de extremar la precaución, aunque buena parte de los semáforos y paneles de señalización ya están operativos.
La actividad industrial también se recupera poco a poco. Las fábricas de Ford en Almussafes y de Iveco en Madrid y Valladolid, que ayer detuvieron su producción, trabajan para reanudar las operaciones durante la jornada. Según portavoces de las compañías, aún persisten algunas dificultades logísticas.
En el ámbito financiero, la Bolsa española (BME) operó ayer con normalidad pese a la situación, y hoy las entidades bursátiles funcionan sin incidentes destacables, según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Portugal también reporta avances en la recuperación. La Red Eléctrica Nacional informó de la progresiva normalización del suministro y las telecomunicaciones, aunque se mantienen algunas restricciones en zonas puntuales. El ministro Manuel Castro Almeida reiteró que no se descarta un ciberataque como posible origen del fallo, en el marco de una investigación que también podría implicar a otros países europeos.
Las islas Canarias y Baleares, gracias a sus sistemas eléctricos aislados, no sufrieron cortes de suministro. En el sur de Francia, medios como L’Indépendant informaron ayer de breves apagones en áreas próximas a la frontera, como Perpiñán, pero sin consecuencias graves.
Mientras las autoridades continúan investigando las causas del apagón, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidió ayer calma y responsabilidad en una comparecencia desde el Palacio de La Moncloa. Sánchez instó a la ciudadanía a reducir desplazamientos, seguir solo fuentes oficiales y usar los teléfonos móviles con responsabilidad para no saturar las redes.
Hoy, la prioridad de los gobiernos de España y Portugal sigue siendo garantizar la completa normalización del suministro y esclarecer el origen de un apagón que ya ha quedado marcado en la historia.