El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el lunes que está abierto a conversaciones bilaterales directas con Ucrania por primera vez en tres años, mientras que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, presionó por una moratoria en los ataques contra objetivos civiles, pocos días después de que Washington expresara su descontento por la falta de progreso hacia un acuerdo de paz entre ambas partes y amenazara con retirarse de las negociaciones.
En declaraciones a periodistas de los medios estatales en Moscú el lunes, el presidente ruso dijo que su gobierno «siempre ha visto con buenos ojos cualquier iniciativa de paz» y añadió que espera que los funcionarios de Kiev sientan lo mismo.
Putin también afirmó que Ucrania aceptó el cese del fuego temporal de Pascua después de haber sido presionada para hacerlo por «alguien más inteligente, probablemente controladores extranjeros».
En una publicación en X , el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, reiteró el impulso de Kiev para extender el alto el fuego de Pascua, diciendo que demuestra que la paz es posible «cuando Rusia decide reducir los asesinatos».
Zelenskyy dijo que su país “mantiene su oferta” de un acuerdo para detener todos los ataques a la infraestructura civil y que la forma “obvia, más simple y más confiable” de hacerlo sería deteniendo los “ataques con misiles y drones de largo alcance”.
El principal portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, aclaró más tarde los comentarios de Putin, diciendo que los comentarios del presidente ruso eran «sobre la opción de negociar el tema de no atacar instalaciones de infraestructura civil, [sobre] una base bilateral… se refería particularmente a las negociaciones y discusiones con la parte ucraniana».
A pesar de los comentarios de Peskov y la oferta de Ucrania, Putin ordenó a las fuerzas rusas reanudar las operaciones de combate después de la tregua de Pascua.
¿Qué sabemos sobre las amenazas de «retirarse» de las conversaciones entre Rusia y Ucrania?
La semana pasada, el secretario de Estado Marco Rubio expresó su frustración por la falta de progreso en las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania y dijo que la administración del presidente Donald Trump está preparada para «alejarse» de la mesa de negociaciones si no se logra un progreso significativo pronto. Después de una reunión con líderes europeos en París, Rubio dijo a los periodistas: «Si no es posible poner fin a la guerra en Ucrania, debemos seguir adelante». Añadió que la administración Trump no «continuaría con este esfuerzo durante semanas y meses seguidos… Por lo tanto, debemos determinar muy rápidamente ahora, y estoy hablando de cuestión de días, si esto es factible o no en las próximas semanas». El secretario de Estado también agregó que Trump sentía muy fuertemente por poner fin al conflicto y ha «dedicado mucho tiempo y energía a esto», pero había otras «cosas realmente importantes» que merecen «la misma atención, si no más».
Al ser preguntado sobre los comentarios de Rubio, Trump declaró a la prensa que si una de las dos partes dificultaba las negociaciones de paz, «simplemente les diremos: ‘Son unos tontos. Son unos tontos. Son gente horrible’, y simplemente los ignoraremos… Pero ojalá no tengamos que hacerlo». Sin embargo, Trump no dio una fecha límite específica, afirmando que no tenía «un número específico de días» en mente, sino que quería que se hiciera «rápidamente». Posteriormente, el presidente publicó en Truth Social la mañana del lunes, en la que esperaba que ambas partes «LLEGARAN A UN ACUERDO ESTA SEMANA». En un aparente intento de incentivar tal medida, Trump añadió: «¡ENTONCES AMBAS PARTES COMENZARÁN A HACER GRANDES NEGOCIOS CON ESTADOS UNIDOS, QUE ESTÁ PROSPERANDO, Y A AMARAN UNA FORTUNA!». Más tarde el lunes, Trump dijo a los periodistas que compartirá detalles de su plan de paz para Rusia y Ucrania «durante los próximos tres días», y agregó que «tuvimos muy buenas reuniones sobre Ucrania y Rusia».
