Donald Trump ha expresado su interés en acceder a la explotación de los recursos minerales en Ucrania, particularmente en las tierras raras, un negocio con un valor estimado de 500.000 millones de dólares. Este tipo de minerales son fundamentales para sectores clave como la movilidad eléctrica, la defensa y la fabricación de semiconductores. Además, en el subsuelo ucraniano también se encuentran uranio y aluminio.
En el marco del conflicto con Rusia, Estados Unidos ha respaldado al gobierno de Volodímir Zelenski con una ayuda económica que asciende a 65.900 millones de dólares desde el inicio de la invasión rusa en 2022. Sin embargo, con la llegada de Trump a la Casa Blanca, el presidente estadounidense ha propuesto un nuevo acuerdo a Ucrania: que permita a Estados Unidos explotar sus recursos minerales a cambio de mantener el apoyo militar y financiero. Zelenski ha mostrado su disposición a considerar la propuesta, siempre y cuando continúe el apoyo de Washington.
La Casa Blanca estima que el acceso a estos minerales podría generar grandes beneficios, ya que las tierras raras tienen una demanda global creciente. En este contexto, también se sabe que Groenlandia, un territorio autónomo de Dinamarca, tiene recursos similares, y el calentamiento climático ha abierto nuevas oportunidades para su extracción. Trump había mostrado previamente interés en comprar Groenlandia, o incluso en tomarla por la fuerza, debido a su potencial mineral.
Actualmente, China domina el mercado de tierras raras, controlando una gran parte de la producción y procesamiento de estos elementos. Estados Unidos, por lo tanto, busca diversificar sus fuentes de suministro. Se calcula que Ucrania tiene un alto potencial para la extracción de estos recursos, especialmente en elementos como lantano, neodimio, erbio, lutecio e itrio, que se utilizan en diversas industrias, incluida la aeroespacial.
Aunque Ucrania cuenta con vastas reservas de tierras raras, los expertos señalan que existen desafíos significativos para su explotación, como la falta de infraestructura adecuada, la guerra y la localización de algunas de las reservas en zonas disputadas. La región de Dnipropetrovsk, rica en minerales, se encuentra cerca de las zonas ocupadas por Rusia, lo que genera incertidumbre sobre el acceso a estos recursos. Además, la falta de transparencia en la evaluación de las reservas naturales de Ucrania y los obstáculos burocráticos dificultan la atracción de inversiones extranjeras.
A pesar del enfoque de Trump en las tierras raras, el interés de Estados Unidos también se centra en otros metales ya presentes en Ucrania, como el aluminio y el uranio. Estos recursos podrían ser utilizados como una forma de obtener un beneficio económico y fortalecer las relaciones entre ambos países, mientras se asegura la continuidad del apoyo estadounidense a Ucrania.