Es posible que lo reconozca como el empresario tecnológico de la costa oeste que invierte millones en su bienestar, o como el hombre que busca evitar la muerte. Bryan Johnson se ha hecho famoso a nivel global después de que hace dos años un reportaje de Bloomberg revelara su estricta rutina enfocada en la longevidad, que incluye una gran cantidad de suplementos diarios, pruebas y dietas estrictas. Este mes, el documental de Netflix «Don’t Die: The Man Who Wants to Live Forever» sigue su vida, brindando una mirada aún más cercana a su estilo de vida y sus razones para aspirar a convertirse, como él mismo se define, en el hombre más disciplinado de la historia. El Dr. Oliver Zolman, consultor de longevidad de Johnson, opina sobre su protocolo: «Por ahora es bastante seguro y quizás funcione, o al menos podamos aprender de él». La búsqueda de la inmortalidad de Johnson lo ha llevado a experimentar con algunos tratamientos poco convencionales y polémicos. Aseguró que no percibió «ningún beneficio» de una inyección no aprobada por la FDA, que consistía en plasma de su hijo adolescente con la intención de revertir el envejecimiento. Además, cometió un error estético al inyectarse grasa de un donante en su rostro para lograr una apariencia más juvenil.
Pero ¿quién es Bryan Johnson?
Bryan Johnson es un empresario y emprendedor estadounidense conocido por ser el fundador de varias empresas tecnológicas, como Braintree, una plataforma de pagos que fue adquirida por PayPal en 2013 por aproximadamente 800 millones de dólares. Tras la venta de Braintree, Johnson se centró en el área de la longevidad y el bienestar. En 2020, fundó Kernel, una empresa que desarrolla tecnologías avanzadas de neurociencia, y Venus, que está orientada a la salud y longevidad. Lo que realmente lo ha hecho famoso en los últimos años es su enfoque radical hacia la longevidad y el envejecimiento. Johnson ha invertido una considerable cantidad de dinero en tratar de ralentizar el envejecimiento de su cuerpo, siguiendo una estricta rutina de salud que incluye el uso de suplementos, dietas extremas, y varios tratamientos médicos innovadores. Su objetivo es vivir mucho más allá de lo que se considera normal, e incluso ha declarado que su meta es convertirse en el hombre más saludable y más disciplinado de la historia. Es un personaje que genera tanto admiración como controversia debido a sus métodos poco convencionales en busca de la inmortalidad.
Sobre el documental rodado con netflix
Este mes, un documental de Netflix, «Don’t Die: The Man Who Wants to Live Forever», sigue la vida de Johnson, ofreciendo una mirada aún más íntima a su régimen y motivaciones para convertirse, como él mismo se llama, en el hombre más comedido de la historia. «Intento estar en el límite de lo posible para la ciencia», afirma en el documental este empresario de Silicon Valley reconvertido en entusiasta de la longevidad.
Con el aumento de su popularidad, Bryan Johnson ha abierto las puertas de su hogar a medios de comunicación y creadores de contenido, permitiéndoles no solo entrevistarle sobre su rutina de longevidad, sino también experimentar algunos de sus métodos. (En el documental, un invitado intenta hacer splits junto a Johnson mientras ambos disfrutan de su desayuno habitual: un pudin de nueces, buscando optimizar su tiempo).
Sobre la rigurosa dieta de 1.950 calorías que sigue, que incluye un bol de verduras y un pudin de frutos secos (una mezcla de nueces, cacao Blueprint de su propia empresa, frutas y jugo de granada), todo ingerido dentro de un intervalo de cinco horas, uno de los visitantes le pregunta: «¿No tiene hambre a veces?».
«Sí, suelo tener hambre», admite Johnson en la película. «Lo más triste de mi día es cuando llega el último bocado». A pesar de esa sensación constante, Johnson asegura que cada sacrificio vale la pena. «He experimentado más alivio reduciendo la actividad de mi mente y fortaleciendo mi cuerpo que en cualquier otro momento de mi vida», comenta en el documental, haciendo referencia a sus años de problemas tanto mentales como físicos. «Me siento completamente liberado, porque siempre he estado buscando escapar de mí mismo».
