Con su último acto como presidente, Biden ha alcanzado el récord de indultos y conmutaciones individuales emitidos como presidente. El ya expresidente estadounidense aprovechó sus últimas horas en la Casa Blanca para conceder los llamados indultos preventivos a quienes describió como «potenciales objetivos de procesamientos injustificados (y) con motivaciones políticas».
El presidente saliente de Estados Unidos indultó el lunes al doctor Anthony Fauci (el principal asesor de Biden hasta el 2022) además de a Mark Milley (ex presidente del Estado Mayor Conjunto) y a un total de seis miembros de un comité de la Cámara de Representantes que investigó los disturbios del Capitolio del 6 de enero de 2021, en una medida sin precedentes destinada a proteger a los afectados de una posible venganza por parte de la administración Trump. «La concesión de estos indultos no debe confundirse con un reconocimiento de que algún individuo haya cometido algún delito, ni su aceptación debe malinterpretarse como una admisión de culpabilidad por algún delito», dijo Biden en un comunicado, añadiendo que Estados Unidos «tiene una deuda de gratitud con estos servidores públicos por su incansable compromiso con nuestro país».
La decisión preventiva se produce después de que Donald Trump, que hoy lunes será investido presidente de Estados Unidos, advirtiera sobre una «lista de enemigos» que incluye a quienes lo han atacado políticamente o han tratado de responsabilizarlo por su papel en los disturbios del Capitolio. Aunque es habitual que un presidente otorgue indultos al final de su mandato, normalmente se ofrece a los ciudadanos estadounidenses comunes que han sido condenados por delitos y no a personas que aún no han llegado a ser investigadas.
Fauci es conocido popularmente por ayudar a coordinar la respuesta de la nación a la pandemia de COVID-19 y fue blanco de Trump cuando se negó a respaldar sus afirmaciones sobre el virus. Por su parte Milley llamó a Trump «fascista» y detalló su conducta en torno a la resurrección del Capitolio.
Otros indultos también incluyen a miembros y personal del conocido como El comité del 6 de enero, que incluye a los ex representantes Liz Cheney y Adam Kinzinger (ambos republicanos) y a los oficiales de la policía del Capitolio de Estados Unidos y del área metropolitana de Washington DC que testificaron ante el comité, lo que confirma que la decisión de Biden no está producida por una afinidad política. Este prometió «una transición tranquila hacia la próxima administración», pero durante su discurso de despedida, no dejó de advertir sobre la creciente oligarquía de «multimillonarios tecnológicos» en Estados Unidos.
Además, el pasado viernes anunció que conmutaría las sentencias de casi 2.500 personas condenadas por delitos no violentos relacionados con las drogas, lo que se une a su decisión del pasado mes de hacer lo propio con las 37 de las 40 personas condenadas a muerte, convirtiendo sus sentencias en cadena perpetua en lugar de ejecución.