Hace sólo un par de días se descubrió en Botsuana el segundo diamante más grande del mundo, creado en el núcleo de la Tierra. El diamante más grande fue desenterrado por unos mineros hace más de cien años, en 1905. El diamante recién extraído, que pesaba casi medio kilo, era una piedra de 2.492 quilates. Fue descubierto por Lucara Diamond Corp. de Vancouver (Columbia Británica), propietaria de la mina de Botsuana.
Extraída a unas 300 millas al norte de la capital de Botsuana, en la mina de Karowe, que ha producido otros grandes descubrimientos (incluido el diamante Constellation, de 813 quilates), la piedra en bruto sólo es superada por el famoso diamante Cullinan, de 3.106 quilates, extraído en Sudáfrica en 1905.
El diamante Cullinan –llamado así por Thomas Cullinan, presidente de la compañía minera que lo encontró– causó sensación cuando fue descubierto. La impresionante piedra blanca azulada, de una claridad increíble, se talló posteriormente en múltiples piedras, una hazaña que llevó más de ocho meses. A todas esas piedras se les asignó un número y varias de ellas acabaron formando parte de las Joyas de la Corona Británica. De hecho, los Cullinan I y II se engastaron en el Cetro Soberano y en la Corona Imperial de Estado en 1910 y siguen estándolo hoy en día.
El diamante fue descubierto por Lucara utilizando avanzados aparatos de rayos X de alta tecnología que han sido empleados recientemente por los mineros de diamantes. Esa tecnología, Mega Diamond Recovery («MDR») de transmisión de rayos X («XRT»), junto con un nuevo proceso de molienda que está diseñado para separar más fácilmente los diamantes de las losas de roca, ha impulsado a Lucara a la cima de la lista cuando se trata de encontrar grandes piedras. Según un artículo del New York Times, en 2015, Lucara desenterró un diamante de 1.109 quilates, y en 2019, encontró un diamante negro de 1.758 quilates.
Ambas piedras fueron magníficamente talladas en múltiples diamantes y vendidas a una marca de lujo para incluirlas en sus exquisitas joyas. Se espera que este diamante más reciente pueda tener el mismo destino. También se estima que podría venderse por decenas de millones de dólares.
El diamante, que aún no ha sido bautizado, fue presentado por primera vez al mundo desde el despacho del presidente de Botsuana, Mokgweetsi Masisi.
En un comunicado de prensa emitido por Lucara, William Lamb, presidente y director general, declaró: «Estamos extasiados por la recuperación de este extraordinario diamante de 2.492 quilates. Este hallazgo no sólo demuestra el extraordinario potencial de nuestra mina de Karowe, sino que también confirma nuestra inversión estratégica en tecnología XRT de vanguardia. La capacidad de recuperar intacta una piedra tan grande y de tan alta calidad demuestra la eficacia de nuestro enfoque para la recuperación de diamantes y nuestro compromiso de maximizar el valor para nuestros accionistas y partes interesadas».