Con chaleco protector, pantalones cargo y casco, Howard Buffett, el hijo de 69 años del multimillonario inversor Warren Buffett, se acerca una cámara a la cara con un ojo cerrado. A su derecha, un soldado se acurruca bajo unas lonas colocadas en un árbol que forman un refugio improvisado. Una capa irregular de nieve cubre el suelo.
Buffett se encuentra en un lugar no revelado de la región de Donetsk Oblast, en el este de Ucrania, tomando fotos para un libro que publicó a principios de este año a través de su Fundación Howard G. Buffett. Titulado Courage of a Nation, el libro de 220 páginas contiene imágenes que Buffett –un ávido fotógrafo– tomó en Ucrania durante 10 viajes al país devastado por la guerra en los dos primeros años tras la invasión rusa en febrero de 2022. Su fundación benéfica ha canalizado cientos de millones de dólares en ayuda al país, principalmente para la seguridad alimentaria y la mitigación del conflicto. Sólo el año pasado distribuyó cerca de 250 millones de dólares a grupos que operan en Ucrania. Y va camino de donar otros 800 millones de dólares a esos esfuerzos este año, según declaró Buffett a Yahoo Finance el mes pasado. «En Ucrania, estamos respondiendo actualmente a la crisis humanitaria creada por la invasión a gran escala de Rusia, pero tenemos ideas sobre el papel que podemos desempeñar cuando termine la guerra y comience el duro trabajo de la recuperación», escribió Buffett en el informe anual 2023 de su fundación. «Demasiado a menudo, el mundo responde a lo grande cuando empieza un nuevo conflicto, pero según mi experiencia, el trabajo más duro empieza cuando un conflicto persiste, o cuando un país pasa del conflicto a la recuperación».
Durante años, Howard y sus hermanos, Susie y Peter, han donado discretamente el dinero de su padre a lo grande, pero con muy poca importancia, hasta el punto de que pocos han notado el impacto que han tenido. Entre 2001 y 2023, el trío recibió casi 7.900 millones de dólares en acciones de Berkshire Hathaway y han regalado al menos 7.400 millones de dólares a través de sus fundaciones benéficas, más de 2.200 millones de dólares cada uno. Las donaciones de los hermanos a lo largo de su vida les situarían en la listaForbes 2024 de los 25 filántropos más generosos del país, por delante de Charles Koch y del cofundador de Home Depot, Bernie Marcus. Estas cifras no incluyen los 8.800 millones de dólares en distribuciones benéficas entre 2001 y 2023 de la Fundación Susan Thompson Buffett, que lleva el nombre de la primera esposa de Warren (fallecida en 2004); según se informa, la fundación es el mayor donante privado estadounidense a grupos de salud reproductiva y está presidida por su hija Susie Buffett.
La atención sólo va a brillar más sobre los hermanos en los próximos años. El año pasado, su padre, de 93 años, les nombró futuros distribuidores de una de las mayores fortunas del mundo: casi 130.000 millones de dólares en acciones de Berkshire Hathaway, como parte de su testamento. Los hermanos supervisarán un fideicomiso benéfico que albergará casi todos los activos de Warren Buffett cuando éste fallezca, según declaró recientemente al Wall Street Journal.
No está claro por qué Buffett eligió a sus tres hijos para regalar su fortuna a su muerte en lugar de la Fundación Gates, que cuenta con más de 2.000 empleados y una infraestructura que le permitió distribuir casi 8.000 millones de dólares el año pasado. En 2006, Buffett escribió cartas públicas a Bill y Melinda Gates y a sus hijos, en las que prometía entregar a cada una de sus fundaciones una parte de sus acciones de Berkshire Hathaway cada mes de junio, destinando el grueso de la donación a la Fundación Gates. En un momento de la carta a Bill y Melinda, Buffett se refirió a ella como una «promesa de por vida». Más adelante en la carta añadió: «Pronto redactaré un nuevo testamento que prevea la continuación de este compromiso –mediante la distribución del resto de las acciones asignadas o de alguna otra manera– después de mi muerte».
Pero a finales de junio de este año, Buffett declaró al Wall Street Journal: «La Fundación Gates no recibirá dinero tras mi muerte». Su razón declarada para el cambio fue que sus hijos han demostrado que pueden manejar el hecho de regalar una enorme cantidad de dinero. «No estaban totalmente preparados para esta impresionante responsabilidad en 2006, pero ahora sí lo están», escribió Buffett en una carta a los accionistas de Berkshire Hathaway el pasado noviembre, cuando reveló por primera vez que sus hijos serían los fideicomisarios de un fideicomiso benéfico que recibirá más del 99% de su patrimonio.
Ha habido indicios de que Buffett se ha distanciado de la Fundación Gates desde que Bill y Melinda anunciaron que se divorciaban en mayo de 2021. Al mes siguiente, Buffett, que entonces tenía 90 años, dimitió de la junta directiva de la Fundación Gates, en la que llevaba trabajando desde 2006, declarando públicamente: «Mis objetivos están 100% en sintonía con los de la fundación, y mi participación física no es en absoluto necesaria para alcanzar estos objetivos». También dejó de asistir a las reuniones anuales del Giving Pledge en los últimos años, según informan Forbes y dos personas familiarizadas con el evento. Un portavoz de la Fundación Gates señaló a Forbes la reciente declaración de su director general, Mark Suzman, al Wall Street Journal: «Warren Buffett ha sido excesivamente generoso con la Fundación Gates a través de más de 18 años de contribuciones y asesoramiento». Tanto Peter Buffett como un portavoz de la fundación de Howard declinaron hacer comentarios; un portavoz de la fundación de Susie no respondió a una solicitud de comentarios.
Aunque sigue habiendo dudas sobre lo que harán los hijos de Buffett con los fondos del fideicomiso benéfico, ya se han forjado sus propios caminos como filántropos en las últimas dos décadas. Algo que les diferencia de otros filántropos de primera fila es el altísimo porcentaje de subvenciones que conceden cada año en relación con los activos de sus fundaciones. Aunque el Servicio de Impuestos Internos exige a las fundaciones privadas que desembolsen anualmente el 5% de sus activos, los porcentajes de desembolso de las fundaciones de los hijos de Buffett han superado con creces esa cifra, oscilando entre el 28% y el 94% en los últimos años. En 2022, las fundaciones de Howard y Peter repartieron cerca de la mitad de sus activos netos, mientras que la Fundación Sherwood de Susie repartió la mayor parte de sus activos netos, calcula Forbes, basándose en las declaraciones fiscales de las fundaciones. Por el contrario, casi tres cuartas partes de las 90.300 fundaciones benéficas privadas de EE UU regalaron menos del 10% de sus activos netos en 2022, según un análisis de Helen Flannery, del Instituto de Estudios Políticos.
De hecho, la mayoría de las fundaciones privadas se ciñen a la tasa de reparto del 5% anual para asegurarse de que sus organizaciones puedan mantenerse en el tiempo, afirma Amir Pasic, decano de la Escuela de Filantropía Familiar Lilly de la Universidad de Indiana. Además, la mayoría de las fundaciones privadas no reciben donaciones anuales continuas de acciones por valor de cientos de millones de dólares de una de las diez personas más ricas del mundo, que resulta ser su padre.
En retrospectiva, parece que Warren Buffett aconsejó amablemente a sus hijos que hicieran donaciones anuales generosas. «Puede acumular recursos mientras adquiere experiencia y desarrolla objetivos a largo plazo. Pero, dado que recibiréis donaciones anualmente, no es necesario que acumuléis grandes reservas», escribió en sus cartas de compromiso a sus hijos en 2006.
Dado que las fundaciones de los hijos de Buffett no retienen la mayor parte de las aportaciones que reciben cada año, «estas organizaciones pasan desapercibidas», afirma Brian Mittendorf, profesor de contabilidad de la Universidad Estatal de Ohio especializado en organizaciones sin ánimo de lucro. «La mayoría de la gente se fija en el patrimonio total de una fundación, no en el importe de sus aportaciones». A partir de las declaraciones de impuestos más recientes, los activos de las fundaciones de los hijos de Buffett son, cada una, inferiores a 760 millones de dólares -significativo, pero no lo suficiente como para incluirlas en una lista de las fundaciones más grandes del país.
Los hijos de Buffett tendrán que decidir por unanimidad cómo desembolsar los activos de sus padres del fideicomiso benéfico que supervisarán, según el Wall Street Journal. Hasta ahora, cada uno de ellos ha delimitado áreas de donación bastante distintas.
Howard Buffett
Distribuciones benéficas de la Fundación Howard G. Buffett, 2001-2023: 2.700 millones de dólares
Donaciones a la fundación por parte de Warren Buffett, 2001-2023: 2.700 millones de dólares
La mayor parte del apoyo de la fundación de Howard se destina a la ayuda alimentaria y agrícola en Ucrania, así como a hacer frente a la inseguridad alimentaria en países como Ruanda, El Salvador y Guatemala. En Ucrania, donde se ha destinado la mayor parte de las subvenciones de la fundación desde 2022, la fundación financia los esfuerzos de retirada de minas terrestres para permitir a los agricultores plantar sus cosechas; eso incluyó una donación de 15 millones de dólares a la organización sin ánimo de lucro de retirada de minas terrestres HALO Trust el año pasado.
Howard se presenta como un «aventurero con una causa». Además de sus numerosos viajes a Ucrania para el trabajo de su fundación, ha pasado tiempo en un rancho que su fundación compró en Arizona, cerca de la frontera con México, donde se dedicó a aprender sobre el contrabando de personas a través de la frontera e investigó qué cultivos crecerían allí. También trabajó en Colombia y El Salvador durante años para llegar a las causas profundas de por qué tantos en América Latina no ven otra opción que emigrar a Estados Unidos.
Como agricultor de toda la vida, escritor prolífico y fotógrafo, viajar internacionalmente ha tenido un «impacto desmesurado» en su visión del mundo, escribió en el informe anual más reciente de su fundación. «Siempre he creído en aparecer, en que hay que estar sobre el terreno, conocer a la gente, ver el entorno y, a veces, sentir la suciedad entre los dedos y los olores que te rodean para empezar a comprender un lugar y sus retos», escribió.
Howard también recurrió a su fundación para trabajos locales en Decatur, Illinois, donde vive con su esposa, Devon Buffett. La fundación encargó un centro de formación policial en mayo del año pasado como parte de una colaboración de años con el Foro de Investigación de Ejecutivos Policiales, una organización de miembros para ejecutivos policiales, centrada en la reducción del uso de la fuerza y las estrategias de reducción de la delincuencia. Fue sheriff en el condado de Macon de 2017 a 2018, donde se encuentra Decatur, y tres años antes tuvo un periodo como ayudante voluntario del sheriff del condado.
Algunas de las mayores subvenciones de la fundación de Howard han ido a parar a organizaciones que él dirige o con las que tiene vínculos. En 2021, su mayor subvención –casi 43,5 millones de dólares– fue a parar al Centro de Lucha contra la Trata de Seres Humanos de Decatur, Illinois, una organización sin ánimo de lucro en la que Howard ejerce como presidente (no remunerado). Ese mismo año se destinaron 25 millones de dólares a la Fundación Para La Paz Y La Seguridad, con sede en Decatur, que proporciona «acceso a los mercados a los pequeños agricultores» de Colombia, según una declaración de impuestos; Howard Buffett también es director de esta organización sin ánimo de lucro. Y la fundación de Howard donó 15 millones de dólares a la Fundación para la Formación de la Seguridad Pública, con sede en Decatur, donde Howard ejerce como director. «Es una situación extraña. No suelo ver un acuerdo como éste», afirma Phil Hackney, profesor de Derecho de la Universidad de Pittsburgh especializado en organizaciones sin ánimo de lucro. Pero dado que Howard no recibe remuneración por sus funciones en esas organizaciones, dice Hackney, no crea problemas legales para el IRS, que prohíbe las transacciones «por cuenta propia».
Se espera que Howard, que forma parte del consejo de Berkshire Hathaway desde 1993, sea votado como presidente no ejecutivo de la empresa una vez que su padre abandone el cargo, una decisión que Warren declaró a 60 Minutes en 2011 que ayudaría a preservar los valores de la empresa. «Mientras pueda seguir cultivando, estoy bien«, dijo entonces Howard.
Pero dado que Howard no recibe remuneración por sus funciones en esas organizaciones, dice Hackney, no crea problemas legales para el IRS, que prohíbe las transacciones «por cuenta propia».
Se espera que Howard, que forma parte del consejo de Berkshire Hathaway desde 1993, sea votado como presidente no ejecutivo de la empresa una vez que su padre abandone el cargo, una decisión que Warren declaró a 60 Minutes en 2011 que ayudaría a preservar los valores de la empresa.
Susie Buffett
Distribuciones benéficas de la Fundación Sherwood, 2001-2023: 2.500 millones de dólares
Donaciones a la fundación por parte de Warren Buffett, 2001-2023: 2.600 millones de dólares
Susan A. Buffett, la mayor de los hermanos a sus 71 años, dirige la Fundación Sherwood, con sede en Omaha, que apoya a los más necesitados de Nebraska, incluido el sistema escolar del estado. «He aquí el problema: demasiados niños llegan al jardín de infancia ya retrasados. Y lo que es peor, demasiados niños siguen atrasándose aún más y nunca se ponen al día«, escribió Susie, que al parecer enseñó en escuelas de barrios marginales de Omaha, en la página web del Fondo Buffett para la Primera Infancia, que recibió 30 millones de dólares de la Fundación Sherwood en 2023 y apoya los cinco primeros años de educación infantil.
(Susie también preside el Fondo Buffett para la Primera Infancia). En 2023, la fundación concedió subvenciones a la Fundación de la Universidad de Nebraska para apoyar programas que incluían una academia de preparación para la universidad y un proyecto para jóvenes vulnerables. Otras subvenciones más pequeñas se destinaron a grupos que van desde bancos de alimentos y fundaciones de conservación hasta distritos escolares y organizaciones de salud mental.
Susie se incorporó al consejo de Berkshire Hathaway en 2021. Como presidenta de la fundación Susan Thompson Buffett, ha supervisado cientos de millones de dólares en donaciones a Planned Parenthood y sus filiales.
Peter Buffett
Distribuciones benéficas de la fundación NoVo, 2001-2022: 2.200 millones de dólares
Donaciones a la fundación por parte de Warren Buffett, 2001-2023: 2.600 millones de dólares
Peter Buffett, de 66 años, el menor de los tres hijos de Warren, abandonó los estudios en Stanford y se labró una carrera como músico, primero escribiendo melodías de 15 segundos para el entonces naciente canal por cable MTV y música para anuncios. A finales de los 80, cuando la música instrumental New Age era popular, consiguió su primer contrato discográfico por su música instrumental. Y puso música a la escena de la danza del fuego en la película de 1990 Bailando con lobos, ganadora de un Oscar . Su interés por la cultura y la música de los indios americanos dio lugar al espectáculo teatral Spirit -The Seventh Fire, que se estrenó en el National Mall de Washington D.C. en 2004 para celebrar la inauguración del Museo Nacional del Indio Americano.
Peter y su esposa Jennifer, que viven cerca de la ciudad de Kingston, en el valle del Hudson, Nueva York, destinaron anteriormente los fondos de su Fundación NoVo principalmente a capacitar a mujeres y niñas y a acabar con la violencia contra ellas. En mayo de 2020, tras una caída del 25% en el precio de las acciones de Berkshire Hathaway en medio del inicio de la pandemia del Covid-19, Peter indicó en una entrada de su blog que se estaban reevaluando todas las subvenciones de NoVo y que la fundación estaba cambiando de estrategia. «Ya no nos aislaremos en áreas de iniciativa», escribió. Al parecer, la fundación despidió a algunos empleados y puso fin a las subvenciones plurianuales, al tiempo que recortó la financiación de los programas para mujeres y niñas, aunque las mayores subvenciones en 2022 se destinaron a apoyar a mujeres y niñas. Ahora el foco, según la página web de la fundación, está en las comunidades indígenas, el cultivo de alimentos, el apoyo a los niños y los proyectos en el valle del Hudson. En la ciudad de Kingston, eso incluye un centro comunitario con una lavandería de bajo coste y un centro de salud familiar que ofrece atención sanitaria asequible. Preguntado por un esfuerzo que NoVo haya financiado y que destaque, Peter respondió por correo electrónico: «La próxima gran cosa será un montón de pequeñas cosas».
Con información de Christopher Helman.