La última demanda presentada contra Kanye West por su escuela privada cristiana Donda Academy acusa al rapero, que ahora se hace llamar Ye, de maltratar a los empleados negros, alabar a Adolf Hitler delante de los estudiantes, fingir masturbarse delante de los empleados y presionar para afeitar el pelo de los estudiantes y encerrarlos en jaulas.
Trevor Phillips, que trabajó para Donda Academy y la marca Yeezy de West durante nueve meses entre 2022 y 2023, presentó este martes 2 de abril una demanda en el Tribunal Superior de Los Ángeles en la que acusa a West de discriminación racial, acoso, represalias por denuncia y otros delitos y pide a un juez que le conceda al menos 35.000 dólares por daños y perjuicios.
Phillips ha acusado a West de incitar al odio, difundir tropos antisemitas, amenazar a la comunidad LGBTQ+ y amenazarle con violencia física después de que hablara en contra del rapero, alegando que fue tratado «sin piedad» y reprendido delante de estudiantes y padres después de convertirse en un «objetivo» de West.
La demanda alega un extraño patrón de comportamiento por parte de West que incluye clasificar a Hitler, el líder de la Alemania nazi, como «un innovador» y amenazas por parte de West de volcar sus bien documentados desplantes contra los judíos en la comunidad LGBTQ+, diciendo que «los gays no son verdaderos cristianos» y que «están controlados por Bill Gates».
El exempleado afirma que West solía decir cosas a su personal del tipo «los judíos me quieren pillar» y difundía mensajes antisemitas delante de los niños, y que en una ocasión dijo a los alumnos que quería afeitarles la cabeza y que instalaría una cárcel en la escuela para «encerrarlos en jaulas».
Además, asegura que West trataba a sus empleados blancos sustancialmente mejor que a los que eran negros y que «gritaba y reñía» a los empleados negros mientras había clases en la Academia Donda; también se le acusa de decir a los empleados que podían ser despedidos por ser gordos.
Como empleado, Phillips afirma que era objeto de peticiones impulsivas no relacionadas con su trabajo, que vivía con el temor de ser despedido espontáneamente y que en una ocasión estuvo presente mientras West fingía una masturbación delante de él.
En una declaración a Forbes, Carney Shegerian –abogado de Phillips– dijo que la demanda se presentó para demostrar que «no hay lugar en el mundo» para «la discriminación, el antisemitismo y el amor a Hitler».
Los representantes de West no respondieron inmediatamente a la petición de Forbes del pasado martes 2 de abril a hacer comentarios.
Escuela privada cristiana
West abrió en 2022 una escuela privada cristiana no acreditada llamada Donda Academy en California. Poco se sabe sobre el funcionamiento interno de la escuela, que requería que los padres, profesores y personal firmaran acuerdos de confidencialidad sobre su participación.
Al parecer, los estudiantes debían llevar uniformes Yeezy y Gap diseñados por el rapero antes de que perdiera sus asociaciones con Adidas y Gap, según Rolling Stone, y cumplir con un horario diario que incluía «culto escolar completo». La matrícula ascendía a 15.000 dólares anuales.
La escuela cerró abruptamente un mes después de su apertura a raíz de los comentarios antisemitas realizados por West en las redes sociales, pero anunció que volvería a abrir horas más tarde. Desde entonces, la escuela ha vuelto a cerrar, pero el mes pasado surgieron informes de que el rapero podría intentar renovar la escuela con un nuevo nombre –Donda Ray Academy– en una nueva ubicación en San Fernando Valley.
Varias demandas
La demanda de Phillips se une a varias otras que se han presentado sobre Donda Academy. En julio, un exsubdirector de la escuela afirmó que fue despedido por plantear preocupaciones sobre la infraestructura de Donda, que incluía la falta de agua caliente, ventanas sin cristales, problemas eléctricos y saneamiento deficiente.
Asimismo, dos antiguas profesoras presentaron una demanda en 2022, afirmando que habían sido discriminadas racialmente por ser mujeres negras y que Donda funcionaba infringiendo los códigos de educación, sanidad y seguridad. La queja alegó que el sushi era la única opción de almuerzo proporcionada a los estudiantes, y que West gastó 10.000 dólares por semana en las comidas.
