Elon Musk confirmó su uso supervisado por un médico del fármaco ketamina para tratar la depresión en una entrevista con Don Lemon, lo que provocó un repunte del interés por la controvertida droga que algunos médicos consideran un tratamiento prometedor para la depresión, aunque también se utiliza de forma recreativa y puede provocar problemas de salud y muertes accidentales.
Datos clave
La ketamina forma parte de una subclase de drogas alucinógenas denominadas anestésicos disociativos que distorsionan la percepción del sonido y la vista de los usuarios, haciéndoles sentir distanciados y sin control, según la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos.
La DEA clasifica la ketamina como droga de la Lista III, lo que significa que tiene un potencial de dependencia física y psicológica de moderado a bajo.
La droga está aprobada para su uso en humanos con dos fines: como inyectable que actúa como anestésico de acción corta y como aerosol nasal para tratar la depresión conocido por la marca Spravato, aunque en Spravato sólo actúa una molécula de ketamina llamada esketamina que se utiliza en dosis más pequeñas.
La ketamina también se distribuye a veces de forma ilegal, sobre todo tras ser robada de clínicas veterinarias o introducida de contrabando en Estados Unidos desde México, según una hoja informativa de la DEA de 2020.
La Administración de Alimentos y Medicamentos advirtió sobre el aumento del uso de la ketamina y de formas compuestas del fármaco –o versiones que se combinan con otros ingredientes– para tratar trastornos psiquiátricos, porque la ketamina en su forma completa no está aprobada para tratar estos trastornos.
Sin embargo, algunos médicos la recetan para un uso no indicado en una amplia gama de trastornos mentales como la depresión y el trastorno bipolar, lo que no es ilegal, pero no está regulado.
La droga se utiliza a veces con fines recreativos y, aunque las sobredosis y las muertes cuando es la única sustancia consumida son raras, según los Centros Americanos de Adicción, se ha relacionado con muertes accidentales como accidentes de coche o ahogamientos, como fue el caso de la muerte en 2023 del actor Matthew Perry.
Actualidad
El consejero delegado de Tesla y propietario de X (antes conocido como Twitter), Elon Musk, defendió su consumo de ketamina en el programa de Don Lemon, emitido en X. Musk dijo que «un médico de verdad» le ha recetado ketamina y que la utiliza una vez cada dos semanas, más o menos, para que le ayude con su depresión haciéndole salir «del estado de ánimo negativo».
Negó que abuse de la droga y sólo la toma en pequeñas cantidades porque «realmente no se puede hacer el trabajo», añadiendo que tiene mucho trabajo por hacer. El Wall Street Journal informó a principios de este año de que Musk ha consumido ketamina, LSD y otras drogas, lo que provocó que algunos inversores se preocuparan por el posible impacto en sus negocios (Musk rebatió el informe y dijo que pasaba sistemáticamente las pruebas de drogas solicitadas por la NASA).
Musk dijo a Lemon que no cree que su consumo de ketamina tenga un impacto negativo en sus negocios, afirmando que «lo que importa es la ejecución» y que «desde el punto de vista de un inversor, si hay algo que estoy tomando, debería seguir tomándolo». Musk ha compartido en varias ocasiones sus opiniones sobre la ketamina en X, afirmando que el fármaco es «una mejor opción» para tratar la depresión que otros antidepresivos.
Antecedentes clave
Algunos médicos creen que la ketamina podría ser un tratamiento eficaz, mientras que otros opinan que se necesita más investigación. Aunque la esketamina nasal es la única forma de ketamina aprobada para tratar trastornos mentales, investigaciones limitadas han demostrado que otras versiones del fármaco pueden tratar estos trastornos.
Un tercio de los pacientes clínicamente deprimidos presenta una afección que dificulta la respuesta a al menos dos tipos de antidepresivos. Cuando esto ocurre, una de las únicas formas de tratamiento es la terapia electroconvulsiva (también conocida como tratamiento con descargas eléctricas), aunque existen algunas dudas debido al mal uso y a los posibles efectos secundarios como la pérdida de memoria.
Según un estudio de 2023 publicado en el New England Journal of Medicine, la ketamina demostró ser tan eficaz como la terapia electroconvulsiva sin causar pérdida de memoria, aunque tenía otros efectos como la disociación, que no solía ser desagradable para los pacientes. Un estudio de 2020 que comparaba la esketamina nasal y la ketamina intravenosa no pudo hallar diferencias en la eficacia para tratar los trastornos del estado de ánimo, mientras que otro estudio sugiere que la ketamina intravenosa puede dar mejores resultados.
La ketamina se presenta en forma de líquido transparente o de polvo blanco o blanquecino. Cuando se utiliza con fines recreativos, la versión en polvo suele cortarse en líneas y esnifarse, o fumarse con otras drogas como la marajuana y el tabaco. La ketamina líquida se inyecta o se mezcla en bebidas. Las dosis bajas de ketamina pueden crear sensaciones de euforia y un estado mental similar al sueño, al tiempo que alteran la percepción y la coordinación.
Aumentar la dosis puede provocar una experiencia «extracorpórea» conocida como «K-Hole», según un estudio de Investigación de Ciencias Forenses. Las dosis elevadas de ketamina pueden provocar problemas médicos, como toxicología cardiovascular, respiratoria y neurológica. Algunos efectos adversos de la droga incluyen amnesia, adicción, convulsiones, dificultades respiratorias, presión sanguínea elevada y problemas de coordinación y juicio.