Cuando Darren Angle, con sede en Evanston (Illinois), estaba en conversaciones para unirse a la startup de investigación biotecnológica Prism Analytic Technologies en mayo, «jefe de IA» ni siquiera era un cargo todavía.
«Estábamos tratando de encontrar un título a ese puesto», dice Angle, un ingeniero de software que anteriormente trabajó en inteligencia artificial en Shopify y ahora, como «jefe de IA» de la startup, construye grandes modelos lingüísticos para empresas farmacéuticas y científicos. «Fue algo así como ‘vamos a averiguar cuál va a ser nuestro papel'».
Ahora, hay muchos más de esos puestos, y los títulos para ellos están saliendo a la luz. Según los nuevos datos publicados el martes en el informe Future of Work de LinkedIn, la proporción de ofertas de empleo globales en inglés en la plataforma que mencionan GPT o ChatGPT se ha multiplicado por 21 desde noviembre de 2022, cuando OpenAI lanzó por primera vez al mundo su chatbot de IA.
«Estamos viendo cómo la evolución de los puestos de trabajo cambia ahora más rápido que antes», afirma Karin Kimbrough, economista jefe de LinkedIn. Entre los nuevos títulos laborales se incluyen el de director de IA, ingeniero de IA, jefe de IA, especialista en IA, asesor de IA y científico de datos de IA. El número de empresas estadounidenses con un jefe de IA casi se ha triplicado en los últimos cinco años, según el informe de LinkedIn.
Otros sitios de empleo también están viendo un auge de los puestos relacionados con la IA. A fecha de 11 de agosto, Indeed tenía 529 anuncios de empleos relacionados con la IA generativa por cada millón de publicaciones en el sitio, su nivel más alto hasta la fecha, frente a los 104 por millón del 30 de noviembre de 2022.
Aunque la contratación se ha ralentizado, afirma Cory Stahle, economista de Indeed, la demanda de personas con conocimientos de IA sigue siendo alta. «Hemos pasado de esta ebullición realmente rápida a una olla de agua todavía muy caliente», afirma.
ZipRecruiter vio 1.309 ofertas de empleo relacionadas con la IA generativa en julio –su cifra más alta hasta la fecha– en comparación con sólo 21 ofertas un año antes, según el motor de búsqueda de empleo.
Si los puestos de trabajo que crea la IA superarán a los que elimina no estará claro hasta dentro de unos años. El informe de LinkedIn sigue a meses de informes que predigan cuántos puestos de trabajo sustituirá la IA: Goldman Sachs calcula que la IA podría sustituir 300 millones de empleos a tiempo completo. Los empleadores encuestados por el Foro Económico Mundial en un informe de mayo predicen que la IA eliminará 83 millones de puestos de trabajo para 2027, pero creará 69 millones, una disminución neta de 14 millones de empleos.
John Sviokla, cofundador de la empresa de asesoría GAI Insights y asesor desde hace tiempo de empresas como PwC en materia de IA, compara el rumor con «cuando la gente predijo que los conductores iban a desaparecer» tras la introducción de los coches sin conductor. «Esa fue exactamente la respuesta equivocada», afirma.
Otros posibles puestos de trabajo que se prevé que crezcan: éticos y jefes de confianza. A medida que las empresas integren más IA en sus sistemas, afirma Sameer Maskey, fundador de la empresa de tecnología y educación en IA Fusemachines, será importante que las empresas puedan «demostrar a sus usuarios finales que han hecho todo lo necesario para asegurarse de que el sistema no es tendencioso».
El informe de LinkedIn también reveló que los usuarios de la plataforma están añadiendo rápidamente competencias orientadas a la IA a sus perfiles, una señal probable de que los solicitantes de empleo ven que las oportunidades de la IA van en aumento. El ritmo al que los usuarios de LinkedIn añadieron habilidades relacionadas con la IA generativa, como el procesamiento del lenguaje natural, la clasificación o la «respuesta a preguntas» –la capacidad de responder eficazmente a las preguntas de la forma que mejor se adapte a los modelos de IA– casi se ha duplicado. En los siete meses anteriores al lanzamiento de ChatGPT el pasado noviembre, esa tasa fue del 7,7%; en los siete meses siguientes, aumentó un 13%.