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Cinco lecciones que debemos aprender después de la ‘falsa muerte’ de José Luis Perales

Las redes sociales (y algunos medios internacionales) han vuelto a matar a alguien que estaba vivo, muy vivo. En esta ocasión, la víctima ha sido el cantautor conquense José Luis Perales (1945), que sufrió el fatal falso desenlace durante la tarde-noche de este lunes 7 de agosto.

¿Quién fue el primero en dar la noticia? No lo sabemos con certeza, pero lo que sí conocemos es que algunos medios latinoamericanos comenzaron a difundir la noticia, incluso con amplios obituarios que hacían temer lo peor y del que las redes sociales se hicieron eco inmediatamente.

Horas después, esa misma noche, el propio Perales tuvo que salir al paso en su cuenta de X (la antigua Twitter), donde desmintió en un vídeo su propia muerte. En él, afirmaba estar cenando con su hijo en Londres, donde le pilló de sorpresa la noticia, confirmando que estaba vivo y «más vivo que nunca, más feliz que nunca».

Una situación que no es la primera vez que ocurre: ya pasó hace años con el cantante Miguel Bosé, cuando las redes sociales aún no hacían nada viral porque no existían. Aún así, la noticia corrió como la pólvora y Bosé tuvo que acudir a ‘Queremos saber’, de Mercedes Milá para decir que todo era mentira.

Como este, otros famosos murieron antes de morir: Cristiano Ronaldo, Carmen Sevilla (recientemente fallecida), Soraya Sáenz de Santamaría, David Bisbal… Una circunstancia que, sin duda, nos deja varias lecciones importantes que hay que tener en cuenta para evitar las fake news:

Verificar antes de compartir información

Es crucial asegurarse de que la información proviene de una fuente confiable antes de compartirla en redes sociales u otros medios. La verificación de la autenticidad de la noticia es fundamental para evitar la propagación de información falsa.

Evitar el sensacionalismo y la precipitación

Antes de reaccionar ante una noticia impactante, es importante tomarse un momento para verificar la información y evitar reacciones precipitadas como ocurrieron en el caso de Perales. El sensacionalismo puede generar confusión y pánico innecesario.

Confianza en fuentes oficiales

Las fuentes oficiales son más confiables que rumores o información no verificada. Siempre es preferible esperar a un anuncio oficial antes de asumir algo como cierto.

En este caso, por cierto, ningún medio español dio por válida una muerte que no lo era, lo que nos da una lección importante: es mejor no publicar nada precipitadamente a hacerlo erróneamente y antes de verificar la verdad con fuentes confiables y oficiales.

Responsabilidad en la difusión de información

Cada persona tiene la responsabilidad de contribuir a la difusión de información precisa y verificada. Compartir noticias sin confirmar puede tener consecuencias negativas y contribuir a la difusión de rumores y desinformación.

Importancia de la comunicación directa por parte del ‘fallecido’

En el mundo digital actual, todos tenemos la oportunidad de comunicarnos directamente a través de las redes sociales y otras plataformas. Las figuras públicas pueden utilizar sus propias cuentas para aclarar malentendidos o desmentir rumores, como lo hizo José Luis Perales en este caso. Esto subraya la importancia de la comunicación directa y transparente con el público.

La falsa muerte de José Luis Perales nos recuerda la importancia de verificar la información, evitar el sensacionalismo, confiar en fuentes oficiales, ser responsables en la difusión de información y valorar la comunicación directa como medio para aclarar malentendidos.