Angelina Jolie y Brad Pitt se enfrentan por la venta de parte de la bodega Château Miraval, un viñedo de 500 hectáreas, comprado en 2008, que se encuentra en La Provenza, al sur de Francia, y en el que se dieron el «sí, quiero» en 2014.
La mediática disputa legal entre la expareja comenzó a raíz de su ruptura y se ha convertido en uno de sus mayores quebraderos de cabeza.
Si hace tiempo el conflicto brotaba por parte de la actriz, que supuestamente había maquinado «en secreto» la venta de su millonaria participación de la finca incumpliendo así el acuerdo que tenían de no deshacerse de su 50% sin hacérselo saber previamente a la otra parte, ahora es noticia la actitud de Pitt, reflejada por Jolie en los documentos judiciales que se han agregado a la demanda que el productor interpuso contra ella por aquella transacción.
Aunque aquella transacción se produjo hace ya dos años, las tensiones continúan siendo una barrera entre ambos y ahora Jolie ha afirmado que su exmarido actúa como «un niño petulante» en lo referido al incesante desafío que mantienen por el viñeado. El motivo, tal y como aseguran los representantes de Angelina, es que Brad se presenta como enólogo, experto del mundo del vino, cuando en realidad, se dedica a «traficar con ilusiones, no con suciedad y uvas».
Según evidencian los documentos, Angelina reprocha al padre de sus seis hijos que no permite que Yuri Shefler, el magnate ruso al que ella vendió su porcentaje, maneje el negocio, ya que se niega a nombrar a los miembros directivos encargados de operar el viñedo.
Un divorcio complicado
Once años de relación y dos como matrimonio. Ese fue el tiempo que la pareja de actores estuvieron juntos. Desde entonces, han pasado por tribunales y juicios debido a sus diferencias irreparables.
Tiempo después de la separación se supo que Pitt estaba siendo investigado por el FBI por supuestamente abusar física y verbalmente de sus hijos, durante un viaje en jet privado. La actriz impuso una serie de demandas de forma anónima para no perjudicar a la familia. A día de hoy, los conflictos siguen latentes y parece que no salen de este bucle sin fin.