La NASA encerró el domingo a cuatro personas en un hábitat aislado en el Centro Espacial Johnson, donde pasarán el próximo año viviendo como astronautas en Marte, la primera de tres misiones diseñadas para simular la experiencia de Marte en la Tierra, mientras la NASA se prepara para la exploración humana del planeta rojo.
Mars Dune Alpha de Crew Health and Performance Exploration Analog (CHAPEA) es una cámara impresa en 3D de 1.700 pies cuadrados situada en Houston (Texas) que simula las viviendas de los astronautas en la superficie marciana. El hábitat incluye habitaciones privadas para la tripulación, dos cuartos de baño y zonas dedicadas al ocio, el ejercicio físico y el trabajo.
Durante 378 días, los investigadores de la NASA reproducirán los retos de una misión real a Marte, incluyendo paseos espaciales simulados, limitaciones de recursos, retrasos en las comunicaciones y fallos en los equipos.
Los investigadores estudiarán a la tripulación y recogerán datos sobre su salud física y de conducta.
La tripulación participante está formada por un investigador científico, un ingeniero, un médico y un microbiólogo de la Marina de los Estados Unidos. La NASA seleccionó a los miembros de la tripulación siguiendo los mismos criterios que a los astronautas, es decir, necesitaban tener un máster y experiencia profesional en el campo STEM o una amplia experiencia pilotando aviones.
La misión CHAPEA se anunció en agosto de 2021 y la NASA seleccionó a la tripulación tras una convocatoria llevada a cabo ese mismo año. La NASA tiene previsto llevar a cabo la segunda y tercera misión CHAPEA analógica en 2025 y 2026.
«Objetivo» de Artemis
La NASA se encuentra en una fase temprana del proceso de intentar hacer aterrizar a la primera mujer y a la primera persona de color en la Luna a través de las misiones Artemis.
Llevar gente a Marte es el siguiente paso y el «objetivo» de Artemis, según la NASA. La agencia lleva décadas estudiando el planeta rojo, enviando vehículos sin tripulación para recorrerlo y buscar señales de vida. Pero Marte se encuentra a una distancia media de 142 millones de millas de la Tierra, por lo que cualquier misión para enviar seres humanos a Marte y desde Marte –y estacionarlos en el planeta el tiempo suficiente para llevar a cabo investigaciones– podría llevar bastante más de un año, según algunos expertos, lo que plantearía retos de ingeniería y problemas para los miembros de la tripulación que tendrán que pasar una larga temporada lejos de la Tierra.
Las misiones analógicas son pruebas de campo que imitan las condiciones físicas del espacio, ahorran dinero y tiempo y permiten a los investigadores desarrollar medidas preventivas contra los peligros espaciales.
La NASA lleva a cabo otras misiones análogas en condiciones remotas y hostiles, como la Antártida y el fondo del océano Atlántico, muchas de las cuales son más cortas que CHAPEA.
«Estas simulaciones de misiones de larga duración realmente nos acercan Marte», dijo Julie Kramer-White, directora de Ingeniería de la NASA. «Nos ayudan a darnos cuenta de que Marte está a nuestro alcance mientras intentamos abordar los problemas y retos a los que nos enfrentaremos en estas misiones de larga duración».