El expresidente Donald Trump se declaró este martes ante el tribunal no culpable de los 37 cargos federales en su contra, mientras el exmandatario y sus abogados luchan contra las acusaciones del Departamento de Justicia de que retuvo ilegalmente documentos de la Casa Blanca y obstruyó la investigación de la agencia, aunque los expertos sugieren que podría haber problemas con sus argumentos legales.
Trump fue acusado de cargos federales derivados de los documentos de la Casa Blanca que llevó a Mar-A-Lago, incluida la retención deliberada de información de seguridad nacional –parte de la Ley de Espionaje–, así como obstrucción y hacer declaraciones y representaciones falsas, delitos que se castigan con penas de prisión de entre cinco y veinte años si es declarado culpable.
Trump y sus abogados han alegado en declaraciones públicas y presentaciones judiciales previas que tenía derecho a retener documentos de la Casa Blanca en virtud de la Ley de Registros Presidenciales.
Sin embargo, expertos legales, los Archivos Nacionales e incluso el propio exfiscal general de Trump, William Barr, han dicho que este argumento es falso, ya que los documentos de la Casa Blanca pasaron a ser propiedad de los Archivos una vez que Trump dejó el cargo, y ningún expresidente puede revisarlos para determinar cuáles son personales después de dejar el cargo.
También se espera que el equipo legal de Trump argumente la mala conducta de la fiscalía, según ha sugerido su exabogado Tim Parlatore, incluyendo que los fiscales fueron injustamente parciales contra Trump, se comportaron inadecuadamente durante los procedimientos del gran jurado y trataron indebidamente de presionar a un abogado de su ahora acusado ayuda de cámara Walt Nauta.
Expertos legales citados por el New York Times dijeron que era poco probable que esas reclamaciones tuvieran éxito, dado que los problemas con los procedimientos del gran jurado probablemente darían lugar a disciplinar a los abogados, en lugar de invalidar la acusación.
Los abogados también pueden tratar de excluir las notas detalladas que los fiscales obtuvieron del abogado de Trump, Evan Corcoran, en las que se basaron muchas de las afirmaciones más condenatorias en la acusación, después de que un juez de distrito diferente en Washington, DC, dictaminó que las notas del abogado podrían ser entregadas a los investigadores a pesar del privilegio abogado-cliente.
Rachel Barkow, catedrática de Derecho de la Universidad de Nueva York, declaró al Times que la estrategia de la defensa podría tener más posibilidades de éxito, pero es difícil saberlo dado que la decisión que permite utilizar las pruebas de Corcoran, citando la excepción de «fraude criminal» al privilegio abogado-cliente- está sellada, y dependería de la firmeza de esa decisión.
¿Defensa o ataque?
No sabemos lo exactamente argumentarán los abogados de Trump ante el tribunal. Parlatore, que había representado previamente al expresidente de EE UU en la investigación de los documentos, pero lo dejó antes de su imputación, sugirió en una entrevista con Politico que también recomendaría atacar la orden de registro que los fiscales utilizaron el año pasado para registrar Mar-A-Lago en busca de documentos, aunque todavía no está claro si los abogados de Trump lo harán.
Reuters señala que sus abogados también podrían tratar de impugnar las declaraciones de los testigos o alegar que Trump estaba actuando bajo el consejo de sus abogados y no tenía intención de violar la ley.
En los procedimientos judiciales sobre los documentos de la Casa Blanca anteriores a la acusación de Trump, los abogados del expresidente no siempre han estado dispuestos en un tribunal real a hacer las afirmaciones que Trump ha hecho en declaraciones públicas, incluyendo que el multimillonario desclasificó materiales que llevó de vuelta a Mar-A-Lago y que el FBI «colocó» pruebas en su finca de Florida.
En última instancia, el equipo legal de Trump podría simplemente tratar de prolongar el juicio hasta después de las elecciones de 2024, lo que, si Trump gana, probablemente resultaría en que su propio Departamento de Justicia retiraría los cargos contra él o trataría de indultarse a sí mismo.
Formalmente procesado
Trump se entregó este martes a las autoridades federales en un juzgado de Miami, donde fue formalmente procesado y se declaró inocente de los cargos en su contra.
El expresidente estuvo representado en el tribunal por sus abogados Todd Blanche y Christopher Kise, pero al parecer sigue buscando nueva representación legal después de que dos de sus abogados renunciaran abruptamente tras su imputación.
A pesar de apresurarse a reemplazarlos antes de su comparecencia ante el tribunal el martes, múltiples medios de comunicación informan que Trump no pudo encontrar un nuevo abogado que lo represente en Florida, con varios abogados al parecer rechazando la oferta de representar a Trump, dada su reputación como un cliente «difícil».
Ley de Espionaje
Trump ha afirmado con frecuencia que tenía derecho a conservar documentos clasificados de la Casa Blanca después de dejar el cargo porque los desclasificó, una alegación socavada por un audio filtrado en el que Trump admitió en una grabación que tenía documentos pero no los desclasificó.
Sin embargo, esa línea de defensa es probablemente irrelevante para el caso de Trump, ya que los cargos contra Trump por retener documentos se basan en la Ley de Espionaje, una ley que prohíbe la retención intencionada de información de seguridad nacional. Dicha ley, que se remonta a la Primera Guerra Mundial, sólo especifica que los documentos deben estar relacionados con la defensa nacional, lo que significa que no importa si los documentos que Trump guardó fueron desclasificados o no cuando se trata de Trump violando la ley.
La jueza, designada por Trump
Incluso si la defensa de Trump tiene problemas, el presidente todavía podría ser ayudado en la corte por la jueza de distrito de EE UU Aileen Cannon, la jueza que supervisa el caso y designada por Trump.
Cannon es ampliamente vista como favorable a Trump, después de haber sido criticada por expertos legales por su decisión de nombrar a un tercero como maestro especial para revisar los documentos de la Casa Blanca que los agentes federales incautaron en Mar-A-Lago.
Mientras que el caso será decidido en última instancia por un jurado, Cannon tendrá un amplio poder sobre la toma de decisiones en el caso a medida que avanza hacia un juicio, incluyendo cuánto tiempo durarán los procedimientos, y apelar cualquier decisión que tome podría ser complicado para los fiscales dado que alargarán aún más el caso.
Primer expresidente acusado
Trump es el primer expresidente en ser acusado de cargos federales, que surgieron de una investigación de un año del Departamento de Justicia sobre si Trump guardaba documentos de la Casa Blanca en Mar-A-Lago, y si obstruyó la investigación al no cumplir plenamente con una citación para documentos clasificados restantes.
La acusación contra él, que se presentó la semana pasada, alega que Trump guardaba documentos que «podrían poner en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos», detallando cómo el expresidente supuestamente almacenó documentos en Mar-A-Lago –incluso en su cuarto de baño–, los mostró a otras personas y luego, supuestamente, trató de ocultar los documentos cuando el Departamento de Justicia emitió una citación para ellos.
En Mar-A-Lago se recuperaron más de 11.000 documentos de la Casa Blanca, 325 de ellos clasificados, aunque la acusación sólo se refiere a 31 documentos relacionados con la defensa nacional.