La superestrella del pop Taylor Swift, que se encuentra actualmente en su gira Eras Tour, ha copado los titulares por sus estadios con entradas agotadas y precios astronómicamente altos. Se dice que podría recaudar hasta 1.500 millones de dólares sólo con esta gira.
No es de extrañar, por tanto, que la antigua casa de la estrella del pop en Cornelia Street, en el barrio neoyorquino de West Village, se venda por 18 millones de dólares o se alquile amueblada por 45.000 o 50.000 dólares al mes. La casa, situada en el número 23 de Cornelia Street, inspiró su exitosa canción Cornelia Street y es una cochera de 153 años de antigüedad que ha sido totalmente modernizada en su interior, pero que conserva su icónica fachada de ladrillo. La cantante de Blank Space alquiló la vivienda en 2016 por 39.500 dólares al mes mientras se reformaba su residencia de Tribeca.
La emblemática casa mide 1.500 metros cuadrados y tiene cuatro dormitorios, cinco baños y dos medios baños. Se construyó en 1870 como cochera, es decir, un edificio dedicado a guardar los coches de caballos. Hoy en día, todavía tiene un garaje privado –una rareza en Nueva York– y dos puertas de entrada. Esta casa adosada de 21 pies de ancho tiene techos de doble altura de hasta 27 pies, impresionantes suelos de madera y grandes salas de estar.
En la planta de debajo del garaje hay una piscina de 9×7 metros y 1,5 metros de profundidad, un jardín exterior, una chimenea de gas y un gimnasio. Encima, donde también se encuentra una de las suites de invitados, está la segunda planta. El salón principal tiene un techo de vigas de doble altura y suelos de parqué rubio de madera de Ipé ruso. Es amplio y luminoso gracias a las ventanas abatibles que dejan entrar mucha luz natural. Esta planta cuenta con un luminoso comedor y una cocina con electrodomésticos Sub-Zero y Wolf y encimeras de granito. También en este nivel hay una suite de invitados que puede ser utilizada como un dormitorio o una oficina.
El dormitorio principal y otra suite de invitados se encuentran en el tercer piso, cada uno con su propia terraza privada, baño tipo spa y vestidor. Los dormitorios tienen ventanas abatibles y puertas francesas que dan a las terrazas con vistas a la calle Cornelia. El dormitorio principal, en particular, tiene un espectacular baño de mármol con ducha acristalada y claraboya, además de una chimenea de gas en el salón exterior.
Por último, en la siguiente planta, la terraza de la azotea ofrece unas vistas impresionantes del centro de Manhattan. Aquí hay un amplio espacio para sentarse al aire libre y un exuberante paisaje. Incluso hay espacio para una cocina al aire libre, césped artificial, o lo que desees. La vivienda es propiedad de Laurence Carty, Irene Lo y Jennifer Rahilly, de The Corcoran Group.
Aunque Swift ya no viva en esta residencia de Cornelia Street, sigue teniendo propiedades en Nueva York. En 2014, compró al director Peter Jackson dos áticos adyacentes en el emblemático e histórico edificio Sugar Loaf de Tribeca, conocido por sus numerosos residentes famosos. Los convirtió en un ático gigante con un total de diez dormitorios, diez baños, una sala de billar y mucho más.
