La NASA ha hecho un llamamiento a la industria privada para que le ayude a construir un buggy lunar de nueva generación como parte de su programa de más de 90.000 millones de dólares para devolver a los astronautas estadounidenses a la superficie lunar a finales de la década de 2020.
La agencia espacial está trabajando para lograr aterrizajes tripulados en la Luna, pero hasta ahora carece del equipo necesario para hacer algo más que alcanzar la órbita lunar. Según la NASA, un vehículo lunar de nueva generación permitiría a sus astronautas explorar el polo sur de la Luna –destino previsto para sus misiones Artemis por la posible presencia de agua– y realizar más actividades científicas.
Caminar por la Luna
La semana pasada adjudicó un contrato de 3.400 millones de dólares a un consorcio liderado por la empresa de Jeff Bezos, Blue Origin, para construir un módulo de aterrizaje lunar reutilizable que podría poner a sus astronautas en la superficie lunar durante la misión Artemis V de la agencia, prevista para 2029.
Seleccionado por la NASA en abril de 2021, SpaceX construye ahora su sistema de aterrizaje humano Starship (HLS) para la última etapa de la misión Artemis III, prevista para 2025, durante la cual los primeros humanos descenderán a la superficie de la Luna desde la misión Apolo 17 de 1972. También se utilizará para la siguiente misión lunar tripulada, Artemis IV, prevista para 2027.
Fomentar la innovación
Asimismo, la NASA no quiere ser propietaria de su nuevo vehículo lunar. «Queremos aprovechar los conocimientos y la innovación de la industria, combinados con el historial de éxito de la NASA en el funcionamiento de vehículos exploradores, para crear el mejor vehículo explorador de superficie posible para nuestras tripulaciones de astronautas e investigadores científicos», afirma Lara Kearney, directora del programa de Actividad Extravehicular y Movilidad Humana en Superficie de la NASA en el Centro Espacial Johnson de la agencia en Houston.
La NASA hace mucho hincapié en utilizar sus contratos para fomentar la innovación y, en última instancia, crear la infraestructura que permita el florecimiento de la industria espacial privada». Las misiones Apolo de la NASA y el programa de exploración espacial –en el que han participado docenas de empresas privadas– han sido responsables del desarrollo de todo tipo de productos, desde GPS, satélites de telecomunicaciones y amortiguadores para edificios hasta auriculares inalámbricos, escáneres TAC y purificadores de aire.
Más allá de Apolo
La NASA quiere que su próximo buggy lunar vaya más allá de los vehículos utilizados en las misiones Apolo 15, 16 y 17 y le ayude a visitar el 95% de la Luna que aún permanece inexplorado.
Según la agencia, tiene que ser un cruce entre un vehículo lunar al estilo Apolo y un vehículo sin tripulación al estilo Marte, que sirva para los paseos lunares y la exploración por parte de los astronautas, pero que también pueda funcionar de forma autónoma como lo hacen los vehículos Perseverance y Curiosity en Marte.
Una de sus tareas consistirá en transportar carga y material científico entre los puntos de aterrizaje tripulados. Otra será la prospección de recursos: la búsqueda de agua en las regiones sombrías del Polo Sur de la Luna, algunas de las cuales nunca ven la luz del sol.
La oscuridad es siempre un reto en cualquier lugar de la Luna, donde la noche dura dos semanas y las temperaturas caen en picado hasta los -280ºF. Durante los días de dos semanas, las temperaturas alcanzan los 260ºF.
Los aspirantes
En Estados Unidos hay muchos aspirantes a construir el buggy lunar de la NASA.
En mayo de 2021, los veteranos de la industria espacial Lockheed Martin y General Motors anunciaron un proyecto conjunto para diseñar y construir un rover, mientras que la startup Astrolab, con sede en California, reveló en marzo de 2022 que está construyendo el rover FLEX (Flexible Logistics and Exploration), del tamaño de un coche, con un sistema de carga útil modular inspirado en el transporte marítimo convencional en contenedores.
Teledyne Brown Engineering, con sede en Huntsville (Alabama), junto con Sierra Space y Nissan North America, anunció en abril de 2022 que había empezado a trabajar en un buggy lunar. Teledyne ya ha suministrado sistemas de energía al Curiosity y al Perseverance.
El plazo de presentación de propuestas para el contrato de servicios LTV finaliza el 10 de julio y se espera que el contrato se adjudique en noviembre.
Estados Unidos no es el único país espacialista que sueña con la exploración lunar. Según el South China Morning Post, la Academia China de Tecnología Espacial está trabajando en un vehículo lunar cúbico de emergencia lunar de China (CELV), de 40 kg y cuatro ruedas, que puede acoplarse en la parte trasera de un vehículo lunar normal para dos personas.
Le deseamos cielos despejados y ojos bien abiertos.