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‘Energía y política’, una obra para conocer la trayectoria de la industria del petróleo España a través de sus protagonistas

Recoge las trayectorias de empresarios como Juan March, Demetrio Carceller Segura y Horacio Echevarrieta.

La biblioteca de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid acogió la presentación del libro Energía y política, una historia del petróleo en España, editado por la Editorial Los Libros de la Catarata.

El acto contó con la participación de dos de los autores de la obra: Gloria Quiroga, profesora de Historia Económica de la Universidad Complutense de Madrid: y Gabriel Tortella, catedrático emérito de Historia Económica en la Universidad de Alcalá de Henares y Premio Rey Juan Carlos I de Economía; así como del decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Rivero; y del vicedecano de Investigación, Doctorado y Biblioteca de la misma facultad, Rafael Fernández Sánchez.

El libro, dirigido por la profesora Gloria Quiroga, cuenta con la participación de grandes especialistas en Historia Económica como son los profesores Gabriel Tortella, Mercedes Cabrera, Francisco Contreras Pérez, Manuel Peña Díaz, Pablo Díaz Morlán, Manuel Bravo, Raúl Molina Recio y Eloy Álvarez Pelegry.

La obra repasa la interesante historia del desarrollo de la industria petrolera en España, estrechamente ligada a los cambios políticos, económicos y sociales que atravesó el país a lo largo del siglo XX.

La evolución de esta industria en España cobra especial relevancia en nuestro país al tratarse de un territorio que, a principios del siglo pasado, además de no contar con reservas petrolíferas, realizaba un consumo de petróleo prácticamente testimonial.

A pesar de ello, a partir de 1900 surgieron en España las primeras iniciativas coincidiendo con el despegue económico del país y con la preeminencia del petróleo como recurso energético mundial. Por un lado, de la mano del sector privado con la entrada de multinacionales como la Standard Oil o la Royal Dutch-Shell, bien a través de filiales (como la Vacuum Oil o la Sociedad Petrolífera Española) o en colaboración con empresas españolas como Compraflet, Babel y Nervión; y por otro, de las iniciativas nacionales, guiadas por los empresarios Juan March, Horacio Echevarrieta y Demetrio Carceller Segura, figuras que apostaron por un negocio en plena expansión que marcaría el devenir de la industria del siglo XX.

“En un contexto como el actual cobra más importancia, si cabe, poder realizar este repaso a la apasionante trayectoria de la industria petrolera en España. En esta obra intentamos contar cómo España, un país que no dispone de reservas petrolíferas, pasó de tener un consumo de petróleo prácticamente inexistente en 1900 a que en 1970 el 70% de la energía consumida proviniera del petróleo”, afirmó la profesora Gloria Quiroga.

Energía y política, una historia del petróleo en España pretende ayudarnos a entender como hemos llegado hasta aquí y, para ello, es necesario analizar los orígenes de este sector hasta nuestros días, pasando por las primeras empresas que se crearon, así como por la irrupción del estado creando un monopolio que duró casi 70 años”, añadió.

Esta obra supone una revisión de los estudios publicados hasta el momento, ofreciendo un exhaustivo análisis de la evolución del sector petrolífero en España desde la creación del monopolio que en 1927 el ministro de Hacienda José Calvo Sotelo fijara para la industria petrolera, un monopolio fiscal por el cual el Estado se aseguraba el abastecimiento mediante el control total o parcial del sector.

Se creó así el Monopolio de Petróleos, que limitó a una única compañía, Campsa, su distribución e importación -con la excepción en territorio canario de Cepsa, fundada en 1929 por Demetrio Carceller Segura- durante los casi setenta años que estuvo activo hasta su completa desaparición coincidiendo con la entrada de España en la Comunidad Económica Europea.

“Muy pronto se advirtió que el concepto de monopolio del petróleo que ideó Calvo Sotelo no iba a funcionar, al ser demasiado rígido e intervencionista. El mismo Calvo Sotelo elogió la creación de Cepsa, empresa privada que sirvió de complemento y permitió suavizar la enorme rigidez del monopolio. Cepsa llevó a cabo la creación de la primera refinería en las Islas Canarias y, hasta 1947, desde dicha refinería se proporcionó a Campsa el petróleo necesario, evitando así incurrir en los costes que hubiera conllevado instalar una refinería en la península. Sin duda, Cepsa desempeñó durante años el papel que Calvo Sotelo hubiera deseado que realizara Campsa teniendo refinerías propias”, comentó Gabriel Tortella.

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